lunes, 20 de abril de 2009
viernes, 3 de abril de 2009
La integridad

Mientras caminaban dijo la Ciencia:
Se Equivoca…

No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino, retrocede para seguir avanzando hacia el mar.Se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.
No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que, por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.
No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo; se equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar por la seguridaddel nido.
No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas; se equivoca aquel que por temor a equivocarse nunca acciona.Creo que al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente.
El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivo.
Rabindranath Tagore
jueves, 2 de abril de 2009
La escoba

Ella nos presta un buen servicio, y sobre todo a las que hacemos esas tareas : Barre todo aquello que ha caído de la mesa, las pelusas que se esconden debajo de la cama, las telarañas que nacen en las esquinas del techo...
En fin, su vida siempre está al servicio de las personas que la toma y la dirige, pues son incapaces por sí solas de crear un solo movimiento, y siempre depende de unas manos para cumplir su misión.
Ella quisiera siempre hacer una buena labor, pero todo depende de las manos directoras. Si ellas no saben utilizarla, resultará que el lugar no quedará limpio, y solamente se esparcirá la suciedad.
Su vida termina, cuando ya su misión ha sido cumplida, cuando sus cerdas se han desgastado cuando ya no puede realizar ya ninguna tarea.
Entonces, el amo, la sacará a la basura, la tomará en sus manos y la echará al camión. Y allí comienza una nueva tarea: Quizá las cerdas ya no sean útiles ¿Pero, y el palo de la escoba? Todavía puede ser útil.
Pues bien, la vida del hombre también se asemeja a la vida de una escoba. Su vida entregada al plan de Dios supone el dejarse dirigir por Dios para realizar la misión que se le confía, no puede ser protagonista de ninguna tarea o misión, pues cuando esto sucede, cuando el deseo de ser el personaje principal, la misión nunca queda cumplida.
Se trata, por tanto, de dejarnos tomar por Dios, de ser instrumentos dóciles y entre sus manos cumplir la tarea que Dios tenga preparada para cada uno de nosotros.
Es cierto, nuestra vida pasará por varias etapas, y con el paso de los años, nuestras fuerzas y energías irán disminuyendo; he ahí la transformación de nuestra tarea-misión.
Quizá en el cumplimiento de nuestra misión, quedemos como la escoba olvidados en el patio. Pero eso no tiene importancia cuando hemos puesto toda nuestra vida por la causa de Dios: la construcción del Reino.