martes, 30 de noviembre de 2010

Conseguir lo que quieres

Un joven fue a ver a un sabio maestro y le pregunto:
-Señor, que debo hacer para conseguir lo que yo quiero?.
El sabio no contesto.
El joven despues de repetir su pregunta varias veces con el mismo resultado se marcho y volvio al dia siguiente con la misma demanda.
No obtuvo ninguna respuesta y entonces volvio por tercera vez y repitio su pregunta:
-Que debo hacer para conseguir lo que yo quiero?
El sabio le dijo:
-Ven conmigo.
Y se dirigieron a un rio cercano.
Entro en el agua llevando al joven de la mano y cuando alcanzaron cierta profundidad el sabio se apoyo en los hombros del joven y lo sumergio en el agua y pese a los esfuerzos del joven por desasirse de el, alli lo mantuvo.
Al fin lo dejo salir y el joven respiro recuperando su aliento.
Entonces pregunto el sabio:
-Cuando estabas bajo el agua, que era lo que mas deseabas?
Sin vacilar contesto el joven:
-Aire, queria aire.
-No hubieras preferido mejor riquezas, comodidad, placeres, poder o amor?
–No, señor, deseaba aire, necesitaba aire y solo aire -fue su inmediata respuesta.
-Entonces -contesto el sabio-, para conseguir lo que tu quieres debes quererlo con la misma intensidad que querias el aire, debes luchar por ello y excluir todo lo demas.
Debe ser tu unica aspiracion dia y noche. Si tienes ese fervor, conseguiras sin duda lo que quieres".

lunes, 29 de noviembre de 2010

La Fábula del Puercoespín

Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío, los puercoespín dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.
Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro y de esa forma pudieron sobrevivir.
La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades.

sábado, 27 de noviembre de 2010

"Preparemos un sitio para el Niño"

Lectura del santo Evangelio según san Mateo (24,37-44):
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por lo tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
San Mateo (24,37-44)


SIGNOS DE LOS TIEMPOS
Los evangelios han recogido de diversas formas la llamada insistente de Jesús a vivir despiertos y vigilantes, muy atentos a los signos de los tiempos. Al principio, los primeros cristianos dieron mucha importancia a esta “vigilancia” para estar preparados ante la venida inminente del Señor. Más tarde, se tomó conciencia de que vivir con lucidez, atentos a los signos de cada época, es imprescindible para mantenernos fieles a Jesús a lo largo de la historia.
Así recoge el Vaticano II esta preocupación: “Es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de esta época e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodándose a cada generación, pueda responder a los perennes interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y futura…”.
Entre los signos de estos tiempos, el Concilio señala un hecho doloroso: “Crece de día en día el fenómeno de masas que, prácticamente, se desentienden de la religión”. ¿Cómo estamos leyendo este grave signo? ¿Somos conscientes de lo que está sucediendo? ¿Es suficiente atribuirlo al materialismo, la secularización o el rechazo social a Dios? ¿No hemos de escuchar en el interior de la Iglesia una llamada a la conversión?
La mayoría se ha ido marchando silenciosamente, sin sacar ruido alguno. Siempre han estado mudos en la Iglesia. Nadie les ha preguntado nada importante. Nunca han pensado que podían tener algo que decir. Ahora se marchan calladamente. ¿Qué hay en el fondo de su silencio? ¿Quién los escucha? ¿Se han sentido alguna vez acogidos, escuchados y acompañados en nuestras comunidades?
Muchos de los que se van eran cristianos sencillos, acostumbrados a cumplir por costumbre sus deberes religiosos. La religión que habían recibido se ha desmoronado. No han encontrado en ella la fuerza que necesitaban para enfrentarse a los nuevos tiempos. ¿Qué alimento han recibido de nosotros? ¿Dónde podrán ahora escuchar el Evangelio? ¿Dónde podrán encontrarse con Cristo?
Otros se van decepcionados. Cansados de escuchar palabras que no tocan su corazón ni responden a sus interrogantes. Apenados al descubrir el “escándalo permanente” de la Iglesia. Algunos siguen buscando a tientas. ¿Quién les hará creíble la Buena Noticia de Jesús?
Benedicto XVI viene insistiendo en que el mayor peligro para la Iglesia no viene de fuera, sino que está dentro de ella misma, en su pecado e infidelidad. Es el momento de reaccionar. La conversión de la Iglesia es posible, pero empieza por nuestra conversión, la de cada uno.

1ª Semana de Adviento

El juego de la vida

viernes, 26 de noviembre de 2010

¡Feliz día Maestr@!

Enseñaras a volar
pero no volaran tu vuelo

Enseñaras a soñar
pero no soñaran tu sueño

Enseñaras a vivir
pero no viviran tu vida...
pero sabras que cada vez que ellos
vuelen ,piensen,sueñen,canten,vivan,
estara lo sencillo del camino
enseñado y aprendido

(Madre Teresa de Calcuta )

sábado, 20 de noviembre de 2010

Jesucristo Rey del Universo

Lectura del santo evangelio según san Lucas (23,35-43):


En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús, diciendo: «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido.»
Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.»
Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: «Éste es el rey de los judíos.»
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.»
Pero el otro lo increpaba: «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada.»
Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.»
Jesús le respondió: «Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso.»

Palabra del Señor

Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
San Lucas (23,35-43)

CARGAR CON LA CRUZ
El relato de la crucifixión, proclamado en la fiesta de Cristo Rey, nos recuerda a los seguidores de Jesús que su reino no es un reino de gloria y de poder, sino de servicio, amor y entrega total para rescatar al ser humano del mal, el pecado y la muerte.

Habituados a proclamar la “victoria de la Cruz”, corremos el riesgo de olvidar que el Crucificado nada tiene que ver con un falso triunfalismo que vacía de contenido el gesto más sublime de servicio humilde de Dios hacia sus criaturas. La Cruz no es una especie de trofeo que mostramos a otros con orgullo, sino el símbolo del Amor crucificado de Dios que nos invita a seguir su ejemplo.

Cantamos, adoramos y besamos la Cruz de Cristo porque en lo más hondo de nuestro ser sentimos la necesidad de dar gracias a Dios por su amor insondable, pero sin olvidar que lo primero que nos pide Jesús de manera insistente no es besar la Cruz sino cargar con ella. Y esto consiste sencillamente en seguir sus pasos de manera responsable y comprometida, sabiendo que ese camino nos llevará tarde o temprano a compartir su destino doloroso.

No nos está permitido acercarnos al misterio de la Cruz de manera pasiva, sin intención alguna de cargar con ella. Por eso, hemos de cuidar mucho ciertas celebraciones que pueden crear en torno a la Cruz una atmósfera atractiva pero peligrosa, si nos distraen del seguimiento fiel al Crucificado haciéndonos vivir la ilusión de un cristianismo sin Cruz. Es precisamente al besar la Cruz cuando hemos de escuchar la llamada de Jesús: «Si alguno viene detrás de mí… que cargue con su cruz y me siga».

Para los seguidores de Jesús, reivindicar la Cruz es acercarse servicialmente a los crucificados; introducir justicia donde se abusa de los indefensos; reclamar compasión donde sólo hay indiferencia ante los que sufren. Esto nos traerá conflictos, rechazo y sufrimiento. Será nuestra manera humilde de cargar con la Cruz de Cristo.

El teólogo católico Johann Baptist Metz viene insistiendo en el peligro de que la imagen del Crucificado nos esté ocultando el rostro de quienes viven hoy crucificados. En el cristianismo de los países del bienestar está ocurriendo, según él, un fenómeno muy grave: “La Cruz ya no intranquiliza a nadie, no tiene ningún aguijón; ha perdido la tensión del seguimiento a Jesús, no llama a ninguna responsabilidad, sino que descarga de ella”.

¿No hemos de revisar todos cuál es nuestra verdadera actitud ante el Crucificado? ¿No hemos de acercarnos a él de manera más responsable y comprometida?

martes, 16 de noviembre de 2010

Nuestro Dios

Os presento a White (Blanca Guitard) una joven amiga. Su pasión (o al menos una de ellas): el Hip Hop, su locura máxima: Cristo. Junto con Javi ha compuesto esta canción: Nuestro Dios, que os va a encantar.



Una vez mas el Señor llamó a mi puerta
y al abrirle me abrazó y me dio toda la fuerza
con la que Dios me alcanzó en aquella noche muerta
me lleno de su paz y otra vez Él me recuerda
que sin El yo no soy nada y que a su lado se refuerza
el amor, la amistad, el perdón y la alegría
si a su vera cada día Él evita que se tuerza
mi vida en mi camino y al andar siempre sonría
podría hacer mil cosas para darte ahora las gracias
por aquello que me has dado pero escojo esta manera
me expreso con los versos que me vienen en instancia
por tu gracia incomparable que ha curado mi ceguera
de veras te aseguro que no se como expresarte
lo que siento si tu aliento en mi ser inflama hogueras
un amor que me quema que abrasa las fronteras
culturales y raciales al portar este estandarte
los tiempos en ayunas de sequía y de escasez
me han servido para verte de frente entre la gente
no sé si son conscientes de quien les tienen en mente
son tantos y tan pocos los que sienten esta sed
comprendí que vivir si tu no estas aquí
no guarda mas sentido que el vació que de vez
en cuando me aborda para hacerme sufrir
pero es Dios quien me rescata para verme sonreír.


NUESTRO DIOS, NUESTRO DIOS… ES UN DIOS MARAVILLOSO
NUESTRO DIOS, NUESTRO DIOS… ES SIEMPRE BONDADOSO
NUESTRO DIOS, NUESTRO DIOS… ES TODOPODEROSO
Y ANTE TODO SIEMPRE HA SIDO ASÍ DE GRANDE Y MAJESTUOSO
Paso firme, hacia adelante, y con las manos levantadas,
hasta el cielo, y sin miedo, hoy no me detiene nada,
la cara empapada, lágrimas en las mejillas,
no es nada complicado, son cosas muy sencillas.
Hoy no pienso llorar, porque me pese la cruz,
lloraré de alegría porque me acompañas Tú,
en medio del sufrimiento, en medio del desaliento,
hoy te siento, y contemplo, el Amor de mi contento.
Y lo siento si he fallado, y lo siento si he caído,
Y lo siento si he amado y por ello he sufrido,
y lo digo y lo repito, y si hace falta lo grito,
no me arrepiento de nada, y no me arrepiento de CRISTO!
Mi consuelo y mi ayuda, mi todo y mi alegría,
Dios no merece la pena, MERECE TODA LA VIDA!
Y quien diga lo contrario, también que Dios le bendiga,
pues algún día verá el Amor que le cobija!
Siendo débil y pequeña, insegura y endeble,
Mi Dios se hace fuerte en mí, Jesucristo me sostiene,
tengo un mensaje para todos, corazón en alabanza,
la esperanza de Jesús, traspasado con la lanza.
GRACIAS Señor! Gracias por todo tu Amor,
Gracias por curar mi alma, y sanar mi corazón,
Gracias por morir por mí, y por la resurrección,
Gracias por hacer posible, esta pequeña oración!

NUESTRO DIOS, NUESTRO DIOS… ES UN DIOS MARAVILLOSO
NUESTRO DIOS, NUESTRO DIOS… ES SIEMPRE BONDADOSO
NUESTRO DIOS, NUESTRO DIOS… ES TODOPODEROSO
Y ANTE TODO SIEMPRE HA SIDO ASÍ DE GRANDE Y MAJESTUOSO

¿Qué ha hecho Dios por ti? Él me ha dado la vida,
¿y qué ha hecho Dios por ti? Ha sanado mis heridas,
¿Qué ha hecho Dios por ti? Por mí murió en la cruz,
y hoy su luz nos ilumina, desde nuestra juventud…
tu… tienes tanto tiempo, que ofrecer a tu Señor,
hoy… puede ser el día, en el que pierdas el temor,
de decir que eres cristiano, de dar testimonio hermano,
deja de lado el pudor, y levantemos las manos,
manos levantadas para volar en bandada,
dar la cara, camaradas, que resuenen… las campanas,
hay que echarle ganas, Cristo da el todo por nada,
tu tomas nesquik… ¡Yo Cristo por la mañana!
Tomad y bebed, todos de su sangre,
Tomad y comed, todos de su carne,
Cristo lo parte… Dios es mi padre…
No anuncia l’oreal… pero Él si que lo vale…
…MaJeStAd…
Sin pelos en la lengua, todos hacia la verdad,
adora a tu Majestad, Él es nuestra realidad,
y Él es nuestra paz, en medio de tempestad.
Caminemos juntos en Iglesia y unidad,
porque somos sus ovejas, admiramos su bondad,
a la Santa Trinidad, y a María va este canto,
con intercesión de santos, gritemos a lo más alto…

NUESTRO DIOS, NUESTRO DIOS… ES UN DIOS MARAVILLOSO
NUESTRO DIOS, NUESTRO DIOS… ES SIEMPRE BONDADOSO
NUESTRO DIOS, NUESTRO DIOS… ES TODOPODEROSO
Y ANTE TODO SIEMPRE HA SIDO ASÍ DE GRANDE Y MAJESTUOSO

sábado, 13 de noviembre de 2010

Pon tus palabras en mi boca

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,5-19):
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos.
Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien: “El momento está cerca”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.»

Palabra del Señor


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
San Lucas (21, 5-19)


PARA TIEMPOS DIFÍCILES
Los profundos cambios socioculturales que se están produciendo en nuestros días y la crisis religiosa que sacude las raíces del cristianismo en occidente, nos han de urgir más que nunca a buscar en Jesús la luz y la fuerza que necesitamos para leer y vivir estos tiempos de manera lúcida y responsable
Llamada al realismo. En ningún momento augura Jesús a sus seguidores un camino fácil de éxito y gloria. Al contrario, les da a entender que su larga historia estará llena de dificultades y luchas. Es contrario al espíritu de Jesús cultivar el triunfalismo o alimentar la nostalgia de grandezas. Este camino que a nosotros nos parece extrañamente duro es el más acorde a una Iglesia fiel a su Señor.
No a la ingenuidad. En momentos de crisis, desconcierto y confusión no es extraño que se escuchen mensajes y revelaciones proponiendo caminos nuevos de salvación. Éstas son las consignas de Jesús. En primer lugar, «que nadie os engañe»: no caer en la ingenuidad de dar crédito a mensajes ajenos al evangelio, ni fuera ni dentro de la Iglesia. Por tanto, «no vayáis tras ellos»: No seguir a quienes nos separan de Jesucristo, único fundamento y origen de nuestra fe.
Centrarnos en lo esencial. Cada generación cristiana tiene sus propios problemas, dificultades y búsquedas. No hemos de perder la calma, sino asumir nuestra propia responsabilidad. No se nos pide nada que esté por encima de nuestras fuerzas. Contamos con la ayuda del mismo Jesús: «Yo os daré palabras y sabiduría»… Incluso en un ambiente hostil de rechazo o desafecto, podemos practicar el evangelio y vivir con sensatez cristiana.
La hora del testimonio. Los tiempos difíciles no han de ser tiempos para los lamentos, la nostalgia o el desaliento. No es la hora de la resignación, la pasividad o la dimisión. La idea de Jesús es otra: en tiempos difíciles «tendréis ocasión de dar testimonio». Es ahora precisamente cuando hemos de reavivar entre nosotros la llamada a ser testigos humildes pero convincentes de Jesús, de su mensaje y de su proyecto.
Paciencia. Ésta es la exhortación de Jesús para momentos duros: «Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». El término original puede ser traducido indistintamente como “paciencia” o “perseverancia”. Entre los cristianos hablamos poco de la paciencia, pero la necesitamos más que nunca. Es el momento de cultivar un estilo de vida cristiana, paciente y tenaz, que nos ayude a responder a nuevas situaciones y retos sin perder la paz ni la lucidez.

“Ponderar la belleza del templo”

Domingo 33º del tiempo ordinario (C)
Un escultor hizo una estatua maravillosa. Todos los que pasaban se quedaban maravillados de su belleza.
Unos decían: “¡qué maravilla!”
Otros: “algo fuera de serie!”
Otros: “¡no hemos visto cosa igual!”
El escultor que estaba cerca escuchaba todos los comentarios y observaba. Hasta que un día, fastidiado, cogió un martillo y la destrozó.
La gente se preguntaba:
“¿quién ha sido el bruto que ha destruido la estatua?”
Otros comentaban: “esto lo hace un loco”. Es una pérdida irreparable.
Al final, el escultor dio cara y respondió: “¡He sido yo!”
Pero ¿por qué?
Porque todos se maravillaban de la estatua y nadie se acordaba del que la hizo. He escuchado muchos comentarios sobre la estatua, pero ninguno sobre el autor que la esculpió.


Alguien se preguntará ¿y qué tiene que ver todo esto con el Evangelio de hoy?
Creo que puede ser una imagen que ilustra la escena de aquellos que extasiados contemplaban la belleza del templo de Jerusalén y al que Jesús predice su ruina y su destrucción

También aquí la gente admira la belleza del templo: Pero “pero por la calidad de la piedra”, “por la calidad de los exvotos”. Es decir, todos admiran la belleza exterior del templo.

Pero nadie admira la belleza interior del templo.
Nadie admira la presencia de Dios en el templo.
Nadie admira la vida de fe de quienes visitan el templo.

Todos se quedan con la belleza de afuera.
Como si todo quedase en la apariencia externa por más que por dentro estuviese sin vida. Una belleza sin vida.

La verdadera belleza de las Iglesias está dentro. Y no en los cuadros que la adornan sino en la vida de los que de rodillas hablan con Dios y se encuentran con sus hermanos.
La verdadera belleza de las personas está dentro en el corazón, habitado por Dios, lleno de la gracia y la presencia del Espíritu santo.

Las piedras preciosas no suelen aparecer así cuando las encontramos. Suelen estar recubiertas de tierra e incluso tierra ya petrificada. El oro cuando lo extraen de las minas suele salir en medio de toneladas de tierra que luego es preciso todo un proceso para que la tierra se vaya diluyendo y se queden la pepitas doradas.
Puede haber Iglesias muy sencillas en las que nadie se fija y dentro tener una gran vida.
Puede haber personas de muy poca apariencia física, pero por dentro con una corazón lleno de gracia y de amor.

martes, 9 de noviembre de 2010

Dios es Mi PC

Una canción simpática de Unai Quirós, cantautor malagueño, que utiliza lenguaje informático para referirse a la importancia de Dios en nuestro "disco duro".
Seguro que os sirve para las clases de Religión, ahora que nuestro alumnado es usuario de las TIC y de su lenguaje informático...

Letra de "Dios es Mi PC"
Para descargar la cación pincha Aquí

“Formatéate, amigo, si estás muy cansado!
… la base de datos de virus ha sido actualizada…
Actualiza tu antivirus,
conectado a la oración
recicla bien tu papelera,
no elimines cosas de Dios.

Si quieres cambiar tu apariencia,
no uses el panel de control,
ve y renueva tu placa base
que es donde se ejecuta tu acción.
(Estribillo)
Formatea el disco de tu duro corazón
elimina los archivos que te dan error,
si algún virus de este mundo bloquea tu opción
deja que el Señor te instale su Windows de Amor.

Ser de Dios es acceso directo,
disponible a un solo “clic”;
ser email de paz y esperanza
reenviado a ADSL sin fín.

Dios y wifi son movimiento,
no te enganches a una pared
que en la red hacen falta obreros
que descarguen vida a su email.
(Estribillo)
Formatea el disco de tu duro corazón…
elimina los archivos que te dan error,
si algún virus de este mundo bloquea tu opción
deja que el Señor te instale su Windows de Amor.


Su ventana siempre abierta,
sonriendo a quién te pinchó;
minimiza tu conformismo,
maximiza tu buen humor.

Aceptar a quien no te agrega,
invitar a quien te borró,
comparte todas tus carpetas
para ser un buen servidor.
Dios es mi PC, Dios es mi PC
Dios es mi PC, Dios es mi PC
Dios es mi PC, Dios es mi PC
Dios es mi PC, Dios es mi PC
mi PC…
(Estribillo)
Formatea el disco de tu duro corazón
elimina los archivos que te dan error,
si algún virus de este mundo bloquea tu opción
deja que el Señor te instale su Windows de Amor.
Formatea el disco duro de tu viejo corazón
elimina los archivos que te dan error;
si algún virus de este mundo bloquea tu opción
deja que el Señor te instale
sólo tú tienes la clave
y deja que el Señor te instale
su Windows de Amor.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Para Dios todos estamos vivos


Lectura del santo evangelio según san Lucas (20,27-38):  

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.»
Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob.” No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos.»
Palabra del Señor
Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
San Lucas (20,27-38)
A DIOS NO SE LE MUEREN SUS HIJOS
Jesús ha sido siempre muy sobrio al hablar de la vida nueva después de la resurrección. Sin embargo, cuando un grupo de aristócratas saduceos trata de ridiculizar la fe en la resurrección de los muertos, Jesús reacciona elevando la cuestión a su verdadero nivel y haciendo dos afirmaciones básicas.
Antes que nada, Jesús rechaza la idea pueril de los saduceos que imaginan la vida de los resucitados como prolongación de esta vida que ahora conocemos. Es un error representarnos la vida resucitada por Dios a partir de nuestras experiencias actuales.
Hay una diferencia radical entre nuestra vida terrestre y esa vida plena, sustentada directamente por el amor de Dios después de la muerte. Esa Vida es absolutamente “nueva”. Por eso, la podemos esperar pero nunca describir o explicar.
Las primeras generaciones cristianas mantuvieron esa actitud humilde y honesta ante el misterio de la “vida eterna”. Pablo les dice a los creyentes de Corinto que se trata de algo que “el ojo nunca vio ni el oído oyó ni hombre alguno ha imaginado, algo que Dios ha preparado a los que lo aman”.
Estas palabras nos sirven de advertencia sana y de orientación gozosa. Por una parte, el cielo es una “novedad” que está más allá de cualquier experiencia terrestre, pero, por otra, es una vida “preparada” por Dios para el cumplimiento pleno de nuestras aspiraciones más hondas. Lo propio de la fe no es satisfacer ingenuamente la curiosidad, sino alimentar el deseo, la expectación y la esperanza confiada en Dios.
Esto es, precisamente, lo que busca Jesús apelando con toda sencillez a un hecho aceptado por los saduceos: a Dios se le llama en la tradición bíblica «Dios de Abrahán, Isaac y Jacob». A pesar de que estos patriarcas han muerto, Dios sigue siendo su Dios, su protector, su amigo. La muerte no ha podido destruir el amor y la fidelidad de Dios hacia ellos.
Jesús saca su propia conclusión haciendo una afirmación decisiva para nuestra fe: «Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos». Dios es fuente inagotable de vida. La muerte no le va dejando a Dios sin sus hijos e hijas queridos. Cuando nosotros los lloramos porque los hemos perdido en esta tierra, Dios los contempla llenos de vida porque los ha acogido en su amor de Padre.
Según Jesús, la unión de Dios con sus hijos no puede ser destruida por la muerte. Su amor es más fuerte que nuestra extinción biológica. Por eso, con fe humilde nos atrevemos a invocarlo: “Dios mío, en Ti confío. No quede yo defraudado” (salmo 25,1-2).