sábado, 30 de enero de 2010

Ha surgido un profeta

Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,21-30):

En aquel tiempo, comenzó Jesús a decir en la sinagoga: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»

Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»

Y Jesús les dijo: «Sin duda me recitaréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.»

Y añadió: «Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel habla muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.»

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

Palabra del Señor



Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lucas (4,21-30)


¿NO NECESITAMOS PROFETAS?


«Un gran profeta ha surgido entre nosotros». Así gritaban en las aldeas de Galilea, sorprendidos por las palabras y los gestos de Jesús. Sin embargo, no es esto lo que sucede en Nazaret cuando se presenta ante sus vecinos como ungido como Profeta de los pobres.

Jesús observa primero su admiración y luego su rechazo. No se sorprende. Les recuerda un conocido refrán: «Os aseguro que ningún profeta es bien acogido en su tierra». Luego, cuando lo expulsan fuera del pueblo e intentan acabar con él, Jesús los abandona. El narrador dice que «se abrió paso entre ellos y se fue alejando». Nazaret se quedó sin el Profeta Jesús.

Jesús es y actúa como profeta. No es un sacerdote del templo ni un maestro de la ley. Su vida se enmarca en la tradición profética de Israel. A diferencia de los reyes y sacerdotes, el profeta no es nombrado ni ungido por nadie. Su autoridad proviene de Dios, empeñado en alentar y guiar con su Espíritu a su pueblo querido cuando los dirigentes políticos y religiosos no saben hacerlo. No es casual que los cristianos confiesen a Dios encarnado en un profeta.

Los rasgos del profeta son inconfundibles. En medio de una sociedad injusta donde los poderosos buscan su bienestar silenciando el sufrimiento de los que lloran, el profeta se atreve a leer y a vivir la realidad desde la compasión de Dios por los últimos. Su vida entera se convierte en “presencia alternativa” que critica las injusticias y llama a la conversión y el cambio.

Por otra parte, cuando la misma religión se acomoda a un orden de cosas injusto y sus intereses ya no responden a los de Dios, el profeta sacude la indiferencia y el autoengaño, critica la ilusión de eternidad y absoluto que amenaza a toda religión y recuerda a todos que sólo Dios salva. Su presencia introduce una esperanza nueva pues invita a pensar el futuro desde la libertad y el amor de Dios.

Una Iglesia que ignora la dimensión profética de Jesús y de sus seguidores, corre el riesgo de quedarse sin profetas. Nos preocupa mucho la escasez de sacerdotes y pedimos vocaciones para el servicio presbiteral. ¿Por qué no pedimos que Dios suscite profetas? ¿No los necesitamos? ¿No sentimos necesidad de suscitar el espíritu profético en nuestras comunidades?.

Una Iglesia sin profetas, ¿no corre el riesgo de caminar sorda a las llamadas de Dios a la conversión y el cambio? Un cristianismo sin espíritu profético, ¿no tiene el peligro de quedar controlado por el orden, la tradición o el miedo a la novedad de Dios?

Mensaje de Jesús

En la vida he aprendido...


He aprendido….que nadie es perfecto
hasta que te enamoras.
He aprendido que….la vida es dura
pero yo lo soy más!!
He aprendido que…las oportunidades no se pierden
nunca las que tu dejas marchar…las aprovecha otro.
He aprendido que…cuando siembras rencor y amargura
la felicidad se va a otra parte.
He aprendido…que necesitaría usar siempre palabras buenas…
porque mañana quizás se tienen que tragar.
He aprendido…que una sonrisa es un modo económico
para mejorar tu aspecto.
He aprendido…que no puedo elegir como me siento…
pero siempre puedo hacer algo.
He aprendido que…cuando tu hijo recién nacido
tiene tu dedo en su puñito…
te tiene enganchado a la vida.
He aprendido que…todos quieren vivir en la cima de
la montaña…
pero toda la felicidad pasa mientras la escalas.
He aprendido que…se necesita gozar del viaje
y no pensar sólo en la meta.
He aprendido que…es mejor dar consejos sólo en dos
circunstancias…
cuando son pedidos y cuando de ello depende la vida.
He aprendido que…cuanto menos tiempo derrocho…
más cosas hago.
Autor Desconocido

jueves, 28 de enero de 2010

El camino para el amor


Sólo cuando estás bien contigo mismo puedes estar bien con los demás.
Sólo cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.
Necesitas valorarte para valorar, quererte para querer, respetarte para respetar, y aceptarte para aceptar, ya que nadie da lo que no tiene dentro de sí.
Ninguna relación te dará la paz que tu misma no crees en tu interior. Ninguna relación te brindará felicidad que tu misma no construyas.
Solo podrás ser feliz con otra persona cuando seas capaz de decirle bien convencida: “No te necesito para ser feliz”.
Sólo podrás amar siendo independiente, hasta el punto de no tener que manipular ni manejar a los que dices querer.
Sólo se podrá ser feliz cuando dos personas felices se unen para compartir su felicidad, no para hacerse felices la una a la otra.
Para amar necesitas una humilde autosuficiencia, necesitas autoestima y la práctica de una libertad responsable.
Pretender que otra persona nos haga felices y llene todas nuestras expectativas es una fantasía narcisista que sólo trae frustraciones.
Por eso, ámate mucho, madura, y el día que puedas decirle a la otra persona “Sin ti me lo paso bien”, ese día estarás más preparado para vivir en pareja.
Qué tema el del amor… Quién puede amar así?
Nos hemos educado en la idea de la “media naranja”, en que somos seres incompletos que necesitamos del otro para hallar la sensación de plenitud. Los cuentos de hadas siempre terminan con el encuentro del príncipe azul y el consabido “y vivieron felices”. Y creemos en esos cuentos. Y nos empecinamos en habitarlos.
Entonces aparecen frases como “el otro me hace sufrir”, “el otro no comprende” y permanecemos atados a relaciones donde seguimos esperando que algo externo a nosotros cambie, y nos traiga la paz, el equilibrio, el amor, la felicidad.
Nada encontraremos en el otro si primero no lo hallamos en nosotros. Es un largo proceso que puede tomarnos toda la vida, y al transitar ese camino, nos encontramos con partes nuestras que preferiríamos no reconocer, con dolores, con miserias personales… pero vale la pena.
Antes de acudir al encuentro del otro, deberíamos intentar el encuentro con nosotros mismos…
Autor desconocido

martes, 26 de enero de 2010

Hace tiempo vivía un viudo con sus dos hijas pequeñas. Eran inteligentes y curiosas, porque siempre andaban haciendo muchas preguntas. Algunas él las sabía responder, pero otras escapaban a su conocimiento. Como pretendía ofrecerles la mejor educación, envió a las niñas de vacaciones a casa de un sabio que vivía en lo alto de una colina.
El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ni siquiera dudar nunca. Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no supiera responder. Un día la mayor apareció con una linda mariposa azul que usaría para tratar de engañar al sabio.
-¿Qué vas a hacer? preguntó la hermana.
-Voy a esconder la mariposa entre mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta .Si él dice que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré. Así, cualquiera que sea su respuesta,¡será una respuesta equivocada! Las dos niñas fueron a buscar al sabio, que estaba meditando tranquilamente.
- Tengo aquí una mariposa azul. Dígame sabio, ¿está viva o muerta?
Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió:
-Depende de ti.... Ella está en tus manos.

Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falla. Nosotros somos los responsables por aquello que conquistamos o no conquistamos. Nuestra vida está en nuestras manos, como la mariposa azul. Nos toca a nosotros escoger qué hacer con ella.

(Autor desconocido)

lunes, 25 de enero de 2010

No esperes...


Nos pasamos la vida esperando, cosas, personas, sueños., ilusiones, y cuando nos queremos dar cuenta, en esa espera…se nos ha pasado la vida... No se si vosotros, pero mi agenda está llena de recuerdos, de grabaciones de familiares esperando, mi misma vida esperado, y a mi alrededor la gente sigue por ese mismos camino. Que los hijos estudien, que crezcan que encuentren trabajo, que haga buen tiempo, que nos suban el sueldo, que me salga un viaje, que me cambien al jefe y cuando no que por lo menos me toque la lotería. Hay que saber esperar, esta es una ciencia pero no inmóviles o de brazos cruzados. Hay que tomar la iniciativa aunque no se cumplan esos deseos o sueños, en la confianza de que no es peor lo que tenemos y vivimos que lo que anhelamos y deseamos. Al menos es mi experiencia vivida durante algunos años.

-No esperemos una sonrisa para ofrecer la nuestra...
-No esperemos que nos amen, podemos tener la iniciativa de amar primero . . .
-No esperemos a perder un amigo para reconocer despúes y lamentarnos de haberlo perdido....
-No esperemos perder a nuestros seres queridos para reconocer la importancia de quienes están hoy en tu vida ...
-No esperemos tener el mejor de los empleos para ponernos a trabajar ...
-No esperes la nostalgia del otoño para recordar un consejo . . .
-No esperemos que la enfermedad nos haga reconocer y aceptar lo frágil de nuestra vida. . .
-No esperes a la persona perfecta para entonces enamorarte . . .
-No esperemos el dolor, para pedir perdón ...
-No esperemos que sea la separación la que nos haga buscar la reconciliación . . .
-No esperes elogios para creer en ti mismo ...
-No esperemos que sean los demás los que tomen iniciativa, cuando estamos deseando dar un abrazo, una caricia o un beso . . .
-No vivamos esperando de los demás, empecemos a ser protagonistas... es nuestra vida, es nuestro presente... Aquí y ahora...
-No podemos esperar indefinidamente , el momento es hoy, y hoy significa ahora, este nuevo día que comienza para hacer algo que deseamos...
Debemos aprender a amar, a dar desinteresadamente, a sentir, a perdonar, a darle valor a nuestras pequeñas cosas, a nuestros amigos, a nuestro trabajo, a nuestra vida de todos los días ...

Todo lo que damos es un Bumerang, regresa a nosotros... Si queremos recibir, aprendamos primero a dar... Tal vez nos quedemos con las manos vacías, pero nuestro corazón estará lleno de amor...Y quienes aman, la vida tienen el sello de ese sentimiento en un lugar de su corazón ...

domingo, 24 de enero de 2010

LA CARRETA VACIA


Caminaba con mi padre cuando el se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me pregunto: Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?
Agudice mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta.
Eso es - dijo mi padre - Es una carreta vacía.
Pregunte a mi padre.: ¿Como sabes que es una carreta vacía, si aun no la vemos?
Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuando una carreta esta vacía, por causa del ruido. "Cuanto mas vacía la carreta, mayor es el ruido que hace."
Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiendose prepo-tente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: "Cuanto mas vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie esta mas vacío que aquel que está lleno de egoísmo, de un supuesto "Mi Mismo".

sábado, 23 de enero de 2010

El Espiritu de Dios está sobre mi

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,1-4; 4,14-21):

Excelentísimo Teófilo:
Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza de] Espiritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mi, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.»
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»

Palabra del Señor



Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lucas (1,1-4; 4,14-21)


EN LA MISMA DIRECCIÓN

Antes de comenzar a narrar la actividad de Jesús, Lucas quiere dejar muy claro a sus lectores cuál es la pasión que impulsa al Profeta de Galilea y cuál es la meta de toda su actuación. Los cristianos han de saber en qué dirección empuja a Jesús el Espíritu de Dios, pues seguirlo es precisamente caminar en su misma dirección.

Lucas describe con todo detalle lo que hace Jesús en la sinagoga de su pueblo: se pone de pie, recibe el libro sagrado, busca él mismo un pasaje de Isaías, lee el texto, cierra el libro, lo devuelve y se sienta. Todos han de escuchar con atención las palabras escogidas por Jesús pues exponen la tarea a la que se siente enviado por Dios.

Sorprendentemente, el texto no habla de organizar una religión más perfecta o de implantar un culto más digno, sino de comunicar liberación, esperanza, luz y gracia a los más pobres y desgraciados. Esto es lo que lee. «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor ». Al terminar, les dice: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír».

El Espíritu de Dios está en Jesús enviándolo a los pobres, orientando toda su vida hacia los más necesitados, oprimidos y humillados. En esta dirección hemos de trabajar sus seguidores. Ésta es la orientación que Dios, encarnado en Jesús, quiere imprimir a la historia humana. Los últimos han de ser los primeros en conocer esa vida más digna, liberada y dichosa que Dios quiere ya desde ahora para todos sus hijos e hijas.

No lo hemos de olvidar. La “opción por los pobres” no es un invento de unos teólogos del siglo veinte, ni una moda puesta en circulación después del Vaticano II. Es la opción del Espíritu de Dios que anima la vida entera de Jesús, y que sus seguidores hemos de introducir en la historia humana. Lo decía Pablo VI: es un deber de la Iglesia “ayudar a que nazca la liberación…y hacer que sea total”.

No es posible vivir y anunciar a Jesucristo si no es desde la defensa de los últimos y la solidaridad con los excluidos. Si lo que hacemos y proclamamos desde la Iglesia de Jesús no es captado como algo bueno y liberador por los que más sufren, ¿qué evangelio estamos predicando? ¿a qué Jesús estamos siguiendo? ¿qué espiritualidad estamos promoviendo? Dicho de manera clara: ¿qué impresión tenemos en la iglesia actual? ¿estamos caminando en la misma dirección que Jesús?

PARÁBOLA JUDIA

Cuenta una antigua alegoría judía, que una vez un hombre muy rico fue a pedirle un consejo a un sabio rabino, pues, aún con sus riquezas,
no conseguía el aprecio de la gente de su ciudad.
El rabino tomó su mano, lo acercó a la ventana y le dijo -"Mira"-.
El rico miró por la ventana a la calle.
El rabino le preguntó: -"¿Qué ves?"-.
El hombre le respondió: -"Veo gente"-.
El rabino volvió a tomarlo de la mano y lo llevó ante un espejo y le dijo:
-"¿Qué ves ahora?"-.
El rico le respondió: -"Ahora me veo yo".
-"¿Entiendes? En la ventana hay vidrio y en el espejo hay vidrio.
Pero el vidrio del espejo tiene un poco de plata.
Y cuando hay un poco de plata uno deja de ver gente y comienza a verse solo a sí mismo".-


Moraleja: Qué, cómo van nuestros espejos? Vemos o sólo “Nos Vemos”?
Se puede aplicar no sólo al hecho de tener dinero, sino al hecho de tener dones y no compartirlos, no compartir nuestra alegría, nuestros sentimientos, nuestra sonrisa, nuestros abrazos…
El dicho Franciscano : “El que no da lo que tiene…lo pierde”, se podría ampliar a algo así: “El que no da lo que tiene… sólo se ve a sí mismo”

viernes, 22 de enero de 2010

miércoles, 20 de enero de 2010

Algo te espera



Cuando el camino se hace cuesta arriba. No lo dejes.
Cuando las cosas andan mal, como a veces sucede, No abandones.
Cuando no consigas resultados, y se sumen los problemas. No te rindas.
Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar. No te caigas.
Cuando la suerte, te sea adversa, y no encuentres fuerzas para seguir. No renuncies.
Cuando no encuentres compañeros de lucha. No te apures.
¡Hay manos que sostienen las tuyas! Cree y siente en cada minuto de tú vida, deja que tú alma “vuele libre“ por los jardines hermosos de la confianza en algo superior que llega donde nuestra visión no puede alcanzar, pero sí nuestro corazón puede sentir.
Tú alma desea estar libre para darte fuerza y estímulo! ¡Intenta!
Cierra los ojos por algunos minutos y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.
No podemos cambiar el mundo, ni quitar todo el dolor de la tierra, ni tener ya resueltos todos nuestros problemas, pero podemos a cada minuto mirar con ojos del amor a cada cosa.
Sí pensamos que todo es pasajero, miraremos con cariño lo negativo que te encamina a la elevación y perfección, y luego observaremos con felicidad el cambio del mal en bien, de tristezas en alegrías.
Lo que hoy nos hace sonreír fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer. Nuestras faltas de hoy también son las alegrías de mañana.
Las personas se van, los amores se pierden en el tiempo, los problemas se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día siguiente… No te quedes en el medio del camino, porque allá… ¡Algo te espera!.


Autor Desconocido

martes, 19 de enero de 2010

Temía estar...

Temía estar solo hasta que…
…aprendí a quererme a mi mismo.
Temía fracasar hasta que…
…me di cuenta que, únicamente fracaso si no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que….
…me di cuenta que, de todos modos opinarían de mi.
Temía me rechazaran, hasta que….
…entendí que debía tener fe en mi mismo.
Temía al dolor, hasta que…
…aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que…
…descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que…
…aprendí que no es el final sino más bien el comienzo.
Temía al odio, hasta que…
…me di cuenta que no es otra cosa más que “IGNORANCIA”
Temía al ridículo, hasta que…
…aprendí a reírme de mi mismo.
Temía hacerme viejo, hasta que…
…comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado, hasta que….
…comprendí que no podía herirme más.
Temía a la oscuridad, hasta que…
…vi la belleza de la luz de una estrella.
Temía al cambio, hasta que…
…vi que aún la mariposa más hermosa, necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas en cada día tengan más vida y si nos sentimos desfallecer…
... no olvidemos que al final…
siempre hay algo más…
Autor Desconocido

domingo, 17 de enero de 2010

La Esperanza


La esperanza no es fingir que no existen los problemas.
Es la confianza de saber que estos no son eternos, que las heridas curarán y las dificultades se superarán.
Es tener fe es una fuente de fortaleza y renovación en nuestro interior, que nos guiará desde la oscuridad hacia la luz.
Cuando el amor de tu vida no te quiere, cuando la llamada que esperas nunca llega, cuando no consigues el trabajo que deseas, cuando no recibes la invitación que esperabas… el mensaje no es que no te lo mereces… el mensaje no es que no eres importante… el mensaje es que tú mereces algo mejor.
Cada vez que sientas decepción por no recibir lo que deseas o esperas, no lo veas como rechazo o mala suerte… simplemente piensa que es una tremenda oportunidad a algo mucho mejor de lo que esperabas.
La vida está hecha de millones de momentos, vividos de mil maneras diferentes.
Algunos, buscamos amor, paz y armonía, otros sobrevivimos día a día.
Pero no hay momentos más plenos que aquel en el cual descubrimos que la vida, con sus alegrías y sus penas , debe ser vivida día a día.
Este es el conocimiento que nos otorga la verdad más maravillosa. Aunque vivamos en una mansión de cuarenta cuartos, rodeados de riqueza, o luchemos de mes en mes para pagar el alquiler, tenemos el poder de estar totalmente satisfecho y vivir una vida con verdadero significado.
Día a día tenemos ese poder, gozando cada momento y regocijándonos con cada sueño, por que cada día es nuevo flamante, y podemos empezar de nuevo y realizar todos nuestros sueños.
Cada día es nuevo, y si lo vivimos plenamente, podremos realmente gozar de la vida y vivirla a plenitud…
QUE ASÍ SEA……

Autor Desconocido

sábado, 16 de enero de 2010

No tienen vino

Lectura del santo evangelio según san Juan (2,1-11):

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: «No les queda vino.»

Jesús le contestó: «Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.»

Su madre dijo a los sirvientes: «Haced lo que él diga.»

Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: «Llenad las tinajas de agua.»

Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: «Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.»

Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.»

Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos en él.

Palabra del Señor




Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Juan (2,1-11)


LENGUAJE DE GESTOS

El evangelista Juan no dice que Jesús hizo “milagros” o “prodigios”. Él los llama “signos” porque son gestos que apuntan hacia algo más profundo de lo que pueden ver nuestros ojos. En concreto, los signos que Jesús realiza, orientan hacia su persona y nos descubren su fuerza salvadora.

Lo sucedido en Caná de Galilea es el comienzo de todos los signos. El prototipo de los que Jesús irá llevando a cabo a lo largo de su vida. En esa “transformación del agua en vino” se nos propone la clave para captar el tipo de transformación salvadora que opera Jesús y el que, en su nombre, han de ofrecer sus seguidores.

Todo ocurre en el marco de una boda, la fiesta humana por excelencia, el símbolo más expresivo del amor, la mejor imagen de la tradición bíblica para evocar la comunión definitiva de Dios con el ser humano. La salvación de Jesucristo ha de ser vivida y ofrecida por sus seguidores como una fiesta que da plenitud a las fiestas humanas cuando éstas quedan vacías, «sin vino» y sin capacidad de llenar nuestro deseo de felicidad total.

El relato sugiere algo más. El agua solo puede ser saboreada como vino cuando, siguiendo las palabras de Jesús, es «sacada» de seis grandes tinajas de piedra, utilizadas por los judíos para sus purificaciones. La religión de la ley escrita en tablas de piedra está exhausta; no hay agua capaz de purificar al ser humano. Esa religión ha de ser liberada por el amor y la vida que comunica Jesús.

No se puede evangelizar de cualquier manera. Para comunicar la fuerza transformadora de Jesús no bastan las palabras, son necesarios los gestos. Evangelizar no es solo hablar, predicar o enseñar; menos aún, juzgar, amenazar o condenar. Es necesario actualizar, con fidelidad creativa, los signos que Jesús hacía para introducir la alegría de Dios haciendo más dichosa la vida dura de aquellos campesinos.

A muchos contemporáneos la palabra de la Iglesia los deja indiferentes. Nuestras celebraciones los aburren. Necesitan conocer más signos cercanos y amistosos por parte de la Iglesia para descubrir en los cristianos la capacidad de Jesús para aliviar el sufrimiento y la dureza de la vida.

¿Quién querrá escuchar hoy lo que ya no se presenta como noticia gozosa, especialmente si se hace invocando el evangelio con tono autoritario y amenazador? Jesucristo es esperado por muchos como una fuerza y un estímulo para existir, y un camino para vivir de manera más sensata y gozosa. Si solo conocen una “religión aguada” y no pueden saborear algo de la alegría festiva que Jesús contagiaba, muchos seguirán alejándose.