domingo, 18 de diciembre de 2011
Salmo para tomar conciencia
Mi corazón es pobre, Señor, yo me siento de barro;
soy como una arcilla abandonada
que espera las manos del alfarero.
Pon tus manos, Señor, tu corazón, en mi miseria,
y llena el fondo de mi vida de tu misericordia.
Protege mi vida. Sálvame. Confío en ti.
Quisiera decirte lo que eres para mí:
Tú eres mi Dios, Tú eres mi Padre y siento que me quieres.
Te estoy llamando todo el día.
Da alegría a quien quiere ser tu amigo,
que mi confianza la he puesto en ti.
Yo sé que tú eres bueno y me perdonas.
Sé que eres misericordioso con quien abre su corazón
a tu amor y tu lealtad.
Escúchame. Atiéndeme. Te llamo.
Yo quiero estar contigo y sentir tu presencia a mi lado.
Me callo ante Ti,
porque tú conoces lo íntimo de mi vida.
Aquí estoy, Señor, con mi corazón como es:
que no oculte nada a tus ojos abiertos.
Aquí estoy como arcilla fresca,
esperando ser modelada por tus manos misericordiosas.
Tú eres grande. Tú haces maravillas. Tú, el único Dios.
Enséñame, Señor, tu camino
y que mis pasos sigan tus huellas con fidelidad.
Tú, Señor, siempre estás pronto a ayudarme
y a animar mi corazón cuando decae.
Tú, Señor, toma mi corazón de barro
y moldéalo según la grandeza de tu amor.
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