jueves, 19 de julio de 2012





Bienaventurados los que a nadie consideran forastero ni extranjero en este mundo

Bienaventurados los que a nadie discriminan ni por la raza ni por su credo religioso, ni por el sexo, ni por el nivel social, económico o intelectual

Bienaventurados los que potencian la apertura al otro frente a la tentación del etnocentrismo

Bienaventurados los que promueven el espíritu de comunidad frente al indiviualismo aislacionista

Bienaventurados los que optan por el compromiso personal frente a tantas formas de tolerancia ineficaz e hipócritas

Bienaventurados los que en un mundo insolidario colaboran para implantar: la justicia frente a la mera beneficencia, la memoria histórica frente al olvido, la solidaridad frente al independentismo

Bienaventurados los que más allá de la rica multiciplidad de  lenguas coexistentes en el mundo, aprenden a comunicarse mediante el lenguaje universal del amor

Bienaventurados, inmensamente felices seréis, vosotros y vosotras, cuando paséis a la denuncia, a los signos proféticos y al compromiso real, y por este motivo, pongan en tela de juicio vuestro prestigio personal, corra riesgo vuestro dinero y hasta el valor absoluto de la vida, por asumir la cuota de responsabilidad que cada uno tiene en la nivelación progresiva de cuantos habitamos esta tierra.

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