Para contemplar un paisaje en tu totalidad es necesario estar lejos de él... tomar un buen ángulo desde el que podamos mirar el espacio abierto con su grandeza y plenitud.
Para analizar una realidad concreta también es necesario, a veces, tomar distancia... guardar silencio y dejar que dicha realidad nos hable.
Si estoy dentro del río solo veré agua, pero si estoy fuera y observo su caudal, el mismo río me hablará de forma diferente.
Por eso, arriésgate a mirar la vida desde diferentes ángulos, cada uno de ellos te dará una respuesta concreta para seguir viviendo desde lo que crees y vives.
No te lances absurdamente al vacío sin ser consciente de lo que la vida te va diciendo a cada paso del camino.
¡Vive!