miércoles, 8 de junio de 2011

Padre santo, guárdalos en tu nombre a los que me has dado.

Salmo de la unidad




Te pedimos, Señor,
que nos hagas uno
para ser ante el mundo
testigos de tu verdad.
No queremos, Señor,
romper más la unidad
sino construirla
entre todos los hombres
que confesamos a Jesús
como Señor de nuestras vidas.

Sabemos, Jesús, de tu grito
en la noche;
en la víspera de tu pasión
pediste que todos
fuésemos uno,
para que el mundo crea.


Nosotros, Señor,
hemos roto tantas veces
la unidad por nuestros fanatismos,
por nuestra falta de sensibilidad
a todos los problemas
que nos aquejan hoy.
Señor de la unidad
haznos uno en el amor. Amén.

martes, 7 de junio de 2011

Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu

Salmo del evangelio



Señor, este día
quiero tomarme en serio
el evangelio.
Sé que no es fácil, sé que caeré
una y mil veces,
pero quiero con tu ayuda
ser evangelio vivo.

Los hombres, Señor,
nos afanamos
por tantas cosas...
y sin embargo
plantar el evangelio
es la mayor urgencia,
darte a conocer
la mayor necesidad.
Vivir la conversión
lo que el mundo necesita.

Señor, haznos arriesgados
para llevar el evangelio
a todos los rincones
de nuestro planeta,
pues es verdaderamente
lo que, aun sin saberlo,
los hombres buscan en la noche. Amén.

lunes, 6 de junio de 2011

En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: Yo he vencido al mundo.

Salmo de la confianza


Muchas veces, Señor,
en las horas difíciles
desconfió en ti,
porque me falta el aliento.


Cuando todo marcha,
cuando todo va bien
es fácil proclamar palabras
y decir que confío,
que tú eres mi confianza.
Pero ahora, de verdad,
quiero confiar en ti,
aunque apriete el dolor.


Quiero, Señor, confiar
cuando surge la duda
y camino contra corriente.
Señor, ayúdame
a poner
toda mi confianza en ti,
en ti que eres bueno
y que no permites
que la prueba
supere mi capacidad.
Señor confío en ti,
aunque a veces
no puedo más. Amén.

domingo, 5 de junio de 2011

Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.

Salmo a la Ascensión



Te vemos, Señor,
subir en una nube
y ascender al cielo
a la diestra del Padre.


A veces te creemos
un poco lejos
de nuestro planeta,
y, sin embargo,
sabemos, Señor,
que tú eres cercanía total.

Te vas, pero te quedas
para estar con nosotros
todos los días
hasta el fin del mundo.
Te vas y te acercas
para decirnos a todos
que tu delicia
es vivir entre nosotros.
Te vas y siembras de alegría
 nuestra tristeza,
pues tú no olvidas a nadie
sino que te acercas más
a todos nosotros.


Tú, Señor,
ascendido a los cielos, te vas,
para estar más cerca. Amén.

sábado, 4 de junio de 2011

“Enviados a compartir el regalo del Evangelio con toda la Tierra”

Conclusión del santo evangelio según san Mateo (28,16-20):

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.

Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.»

Palabra del Señor

 
 
Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
San Mateo (28,16-20)


ESCUELA DE JESÚS



La situación que se vive hoy en nuestras comunidades cristianas no es nada fácil. En nuestro corazón de seguidores de Jesús surgen no pocas preguntas: ¿dónde reafirmar nuestra fe en estos tiempos de crisis religiosa? ¿qué es lo importante en estos momentos? ¿qué hemos de hacer en las comunidades de Jesús? ¿hacia dónde hemos de orientar nuestros esfuerzos?


Mateo concluye su relato evangélico con una escena de importancia excepcional. Jesús convoca por última vez a sus discípulos para confiarles su misión. Son las últimas palabras que escucharán de Jesús: las que han de orientar su tarea y sostener su fe a lo largo de los siglos.


Siguiendo las indicaciones de las mujeres, los discípulos se reúnen en Galilea. Allí había comenzado su amistad con Jesús. Allí se habían comprometido a seguirlo colaborando en su proyecto del reino de Dios. Ahora vienen sin saber con qué se pueden encontrar. ¿Volverán a verse con Jesús después de su ejecución?


El encuentro con el Resucitado no es fácil. Al verlo llegar, los discípulos «se postran» ante él; reconocen en Jesús algo nuevo; quieren creer, pero «algunos vacilan». El grupo se mueve entre la confianza y la tristeza. Lo adoran pero no están libres de dudas e inseguridad. Los cristianos de hoy los entendemos. A nosotros nos sucede lo mismo.


Lo admirable es que Jesús no les reprocha nada. Los conoce desde que los llamó a seguirlo. Su fe sigue siendo pequeña, pero a pesar de sus dudas y vacilaciones, confía en ellos. Desde esa fe pequeña y frágil anunciarán su mensaje en el mundo entero. Así sabrán acoger y comprender a quienes a lo largo de los siglos vivirán una fe vacilante. Jesús los sostendrá a todos.


La tarea fundamental que les confía es clara: «hacer discípulos» suyos en todos los pueblos. No les manda propiamente a exponer doctrina, sino a trabajar para que el mundo haya hombres y mujeres que vivan como discípulos y discípulas de Jesús. Seguidores que aprendan a vivir como él. Que lo acojan como Maestro y no dejen nunca de aprender a ser libres, justos, solidarios, constructores de un mundo más humano.

Mateo entiende la comunidad cristiana como una “escuela de Jesús”. Seremos muchos o pocos. Entre nosotros habrá creyentes convencidos y creyentes vacilantes. Cada vez será más difícil atender a todo como quisiéramos. Lo importante será que entre nosotros se pueda aprender a vivir con el estilo de Jesús. El es nuestro único Maestro. Los demás somos todos hermanos que nos ayudamos y animamos mutuamente a ser sus discípulos.

Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre: pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa

Salmo para pedir


Tú nos has dicho
que debemos pedir,
Señor, que es necesario orar
sin desfallecer.
Los hombres, Señor,
somos tan ridículos,
y creemos que pedir
es algo pasado de moda,
para los que empiezan.

Sin embargo, nosotros
venimos a pedirte, Señor,
por la humanidad,
por todos los hombres,
 para que sean amigos
de tu corazón.
Venimos a interceder,
 pues tú nos has dicho
la necesidad
de orar pidiendo.


Por todo, Señor,
acude a nosotros
en nuestra debilidad.

Nosotros te necesitamos
y sin tu ayuda
nada podemos hacer. Amén.

viernes, 3 de junio de 2011

Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra alegría.

Salmo de alegría y gozo



Señor, estamos contentos
y muy alegres por ti,
porque tu alegría
inunda nuestros valles
y nuestras plazas.


Tu alegría es inmensa,
 jamás terminará
y nadie
nos la podrá arrebatar.


Tu alegría, Señor,
es nuestro consuelo
en medio de las pruebas.


Tu alegría, Señor,
es a nuestro corazón
como lluvia fresca,
como una tarde de verano.


Tu alegría, Señor,
nos habla de tu presencia,
de tu amor a nosotros,
porque tú eres nuestra alegría,
el gozo más desbordante.


Como tú no acabas,
pues vives para siempre,
así la alegría en ti
no acabará jamás. Amén.

jueves, 2 de junio de 2011

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,25-30):

En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»


Palabra del Señor


 
 
Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
San Mateo (11,25-30)


EL PUEBLO SENCILLO
Jesús no tuvo problemas con la gente sencilla. El pueblo sintonizaba fácilmente con él. Aquellas gentes humildes que vivían trabajando sus tierras para sacar adelante una familia, acogían con gozo su mensaje de un Dios Padre, preocupado de todos sus hijos, sobre todo, los más olvidados.

Los más desvalidos buscaban su bendición: junto a Jesús sentían a Dios más cercano. Muchos enfermos, contagiados por su fe en un Dios bueno, volvían a confiar en el Padre del cielo. Las mujeres intuían que Dios tiene que amar a sus hijos e hijas como decía Jesús, con entrañas de madre.

El pueblo sentía que Jesús, con su forma de hablar de Dios, con su manera de ser y con su modo de reaccionar ante los más pobres y necesitados, les estaba anunciando al Dios que ellos necesitaban. En Jesús experimentaban la cercanía salvadora de Padre.

La actitud de los <<entendidos» era diferente. Lo que al pueblo sencillo le llena de alegría a ellos les indigna. Los maestros de la ley no pueden entender que Jesús se preocupe tanto del sufrimiento y tan poco del cumplimiento del sábado. Los dirigentes religiosos de Jerusalén lo miran con recelo: el Dios Padre del que habla Jesús no es una Buena Noticia, sino un peligro para su religión.


 
Para Jesús, esta reacción tan diferente ante su mensaje no es algo casual. Al Padre le parece lo mejor. Por eso le da gracias delante de todos: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has dado a conocer a los sencillos. Sí, Padre, así te ha parecido mejor».

También hoy el pueblo sencillo capta mejor que nadie el Evangelio. No tienen problemas para sintonizar con Jesús. A ellos se les revela el Padre mejor que a los “entendidos” en religión. Cuando oyen hablar de Jesús, confían en él de manera casi espontánea.

 
Hoy,prácticamente, todo lo importante se piensa y se decide en la Iglesia, sin el pueblo sencillo y lejos de él. Sin embargo, difícilmente, se podrá hacer nada nuevo y bueno para el cristianismo del futuro sin contar con él. Es el pueblo sencillo el que nos arrastrará hacia una Iglesia más evangélica, no los teólogos ni los dirigentes religiosos.

Hemos de redescubrir el potencial evangélico que se encierra en el pueblo creyente. Muchos cristianos sencillos intuyen, desean y piden vivir su adhesión a Cristo de manera más evangélica, dentro de una Iglesia renovada por el Espíritu de Jesús. Nos están reclamando más evangelio y menos doctrina. Nos están pidiendo lo esencial, no frivolidades.



Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.

Salmo y cántico



Cantamos, Señor,
alegres siempre
en nuestro camino,
pues tú eres la vida.


Cantamos danzando,
abriendo las manos,
sintiendo tu vida
pasar por la nuestra.


Cantamos, Señor,
al Dios hecho hombre
cercano a los pobres,
abierto siempre.


Ahora, Señor,
queremos unir nuestras voces
a las de toda la creación
para decirle al mundo
que tú eres maravilloso.


Cantamos, Señor,
al Dios de la vida,
más joven que la juventud,
y bailamos en tu nombre,
pues tú eres la fiesta
que nunca se acaba.
Encontrarte a ti
es un cántico nuevo. Amén.

miércoles, 1 de junio de 2011

Cuando venga el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena.

Salmo de libertad total



Señor de nuestra libertad,
¡qué grande eres!
¡que inmenso es tu amor!
Te necesito
para poder volar
por encima de las cosas,
para ser libre
de todo corazón,
para amar siempre
y en todo lugar
por encima de diferencias.


Señor, haznos libres
para amar siempre,
para querer más a todos
y sembrar libertad
en los caminos de los hombres.

Señor de la libertad total,
haznos fuertes en la lucha
para vivir
en el esplendor de la verdad.
Señor de la libertad
queremos amar siempre
para ser libres
y vivir en ti
entregando la vida. Amén.