viernes, 11 de septiembre de 2009

EL ARTE DE LA FELICIDAD


La felicidad no depende de lo que pasa a nuestro alrededor

...sino de lo que pasa dentro de nosotros.

La felicidad se mide por el espíritu,

con el que nos enfrentamos a los problemas de la vida.

La felicidad...¡es un asunto de valentía!;

es tan fácil sentirse deprimido y desesperado...

La felicidad...¡es un estado de ánimo!

no somos felices en tanto no decidamos serlo.

La felicidad...¡no consiste en hacer siempre lo que queramos!;

pero sí en querer todo lo que hagamos.

La felicidad nace de poner nuestro corazón en el trabajo...

y de hacerlo con alegría y entusiasmo.

La felicidad, no tiene recetas...

cada quien la cocina con el sazón de su propia meditación.

La felicidad no es una posada en el camino,

es la forma de caminar por la vida!

Mira Tu Jardin

domingo, 6 de septiembre de 2009

La isla de los sentimientos


Existió una isla en la que habitaban los sentimientos buenos. La alegría, la sinceridad, la fidelidad... y el amor formaban como una gran familia.

Un día alguien les comunicó que las aguas crecerían y sepultarían aquella isla que era su hogar. Sus vidas corrían peligro.

Todos los sentimientos buenos se apresuraron a abandonarla. Se subieron a sus barcos y decidieron partir apresuradamente. Solo el amor permaneció en ella. Deseaba quedarse un poco más en la isla a la que tanto amaba. Le embargaba una pena infinita al pensar que la isla iba a desaparecer irremisiblemente.

Aguantó tanto, tanto que las aguas comenzaron a subir peligrosamente. Al fin, con el agua al cuello y casi ahogado, el amor comenzó a pedir ayuda.

La primera en acercarse fue "la riqueza" que navegaba a bordo de un lujoso barco. El amor le suplicó que le llevara con ella. Pero la riqueza le respondió: "No puedo, hay tanto oro y plata en mi barco que no queda espacio para ti"

Luego pasó "la vanidad" navegando sobre un hermoso velero. El amor le rogó que le llevara con ella. Pero la vanidad le dijo: "Imposible amor, estas mojado y estropearías mi velero".

Acertó a navegar cerca de la isla "la soberbia". El amor vio cómo la soberbia oteaba el horizonte desde su puesto de mando, y le imploró ayuda. Pero la soberbia le respondió con voz agria y chillona: "Quítate de mi camino o paso por encima de ti".

Se hizo un silencio grande en el mar. Era tan inmenso como el abandono en el que se hallaba el amor.

Gruesas lágrimas resbalaron por su rostro.

De pronto se escuchó una voz que decía: "Ven amor, que yo te llevo". Quien así hablaba era un anciano de semblante amable y sereno. El amor estaba tan feliz que olvidó preguntar el nombre al anciano.El anciano, conduciendo su pequeño bote con mano firme y segura, llevó al amor a la tierra de la sabiduría. Pasado el tiempo, el amor preguntó: "¿Cómo se llama el anciano que me ha conducido hasta aquí salvando mi vida?

La tierra de la sabiduría le respondió: "El anciano que te ayudó es "el tiempo". Debes aprender que sólo "el tiempo" es capaz de hacer madurar, entender y salvar al amor".

El maestro de sabiduría enseña: No tengas prisa por conseguir lo que te propones. No vivas apresurado.Trabaja con interés cada día, muéstrate amable en cada momento, sé fiel a la amistad... Y el tiempo hará el resto.

sábado, 5 de septiembre de 2009

CURAR NUESTRA SORDERA


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Marcos 7, 31-37


Los profetas de Israel usaban con frecuencia la «sordera» como una metáfora provocativa para hablar de la cerrazón y la resistencia del pueblo a su Dios. Israel «tiene oídos pero no oye» lo que Dios le está diciendo. Por eso, un profeta llama a todos a la conversión con estas palabras: «Sordos, escuchad y oíd».
En este marco, las curaciones de sordos, narradas por los evangelistas, pueden ser leídas como “relatos de conversión” que nos invitan a dejarnos curar por Jesús de sorderas y resistencias que nos impiden escuchar su llamada al seguimiento. En concreto, Marcos ofrece en su relato matices muy sugerentes para trabajar esta conversión en las comunidades cristianas.
El sordo vive ajeno a todos. No parece ser consciente de su estado. No hace nada por acercarse a quien lo puede curar. Por suerte para él, unos amigos se interesan por él y lo llevan hasta Jesús. Así ha de ser la comunidad cristiana: un grupo de hermanos y hermanas que se ayudan mutuamente para vivir en torno a Jesús dejándose curar por él.
La curación de la sordera no es fácil. Jesús toma consigo al enfermo, se retira a un lado y se concentra en él. Es necesario el recogimiento y la relación personal. Necesitamos en nuestros grupos cristianos un clima que permita un contacto más íntimo y vital de los creyentes con Jesús. La fe en Jesucristo nace y crece en esa relación con él.
Jesús trabaja intensamente los oídos y la lengua del enfermo, pero no basta. Es necesario que el sordo colabore. Por eso, Jesús, después de levantar los ojos al cielo, buscando que el Padre se asocie a su trabajo curador, le grita al enfermo la primera palabra que ha de escuchar quien vive sordo a Jesús y a su Evangelio: «Ábrete».
Es urgente que los cristianos escuchemos también hoy esta llamada de Jesús. No son momentos fáciles para su Iglesia. Se nos pide actuar con lucidez y responsabilidad. Sería funesto vivir hoy sordos a su llamada, desoír sus palabras de vida, no escuchar su Buena Noticia, no captar los signos de los tiempos, vivir encerrados en nuestra sordera. La fuerza sanadora de Jesús nos puede curar.

viernes, 4 de septiembre de 2009

DETENERSE



¡Qué bueno es detenerse!

Señor, me gustaría detenerme en este mismo instante.

¿Por qué tanta agitación? ¿Para qué tanto frenesí?

Ya no sé detenerme. Me he olvidado de orar.

Cierro ahora mis ojos. Quiero hablar contigo, señor.

Quiero abrirme a tu universo,

pero mis ojos se resisten a permanecer cerrados.

Siento que una agitación frenética invade todo mi cuerpo

que va y viene, se agita, esclavo de la prisa.

Señor, me gustaría detenerme ahora mismo.

¿Por qué tanta prisa? ¿Por qué tanta agitación?

Yo no puedo salvar al mundo.


Yo soy apenas una gota de agua

en el océano inmenso de tu maravillosa creación.

Lo verdaderamente importante es buscar tu Rostro bendito.

Lo verdaderamente importante es detenerse de vez en cuando,

y esforzarse en proclamar que tú eres la grandeza,

la hermosura, la magnificencia, que tú eres el Amor.

Lo urgente es hacer y dejar que tú hables dentro de mí.

Vivir en la profundidad de las cosas

y en el continuo esfuerzo por buscarte en el silencio de tu misterio.

Mi corazón continúa latiendo, pero de una manera diferente.

No estoy haciendo nada, no estoy apurándome.

Simplemente, estoy ante Ti, Señor.

Y qué bueno es estar delante de Ti. Amén.

(P. Ignacio Larrañaga)

miércoles, 2 de septiembre de 2009

"SEÑOR ACEPTA MI ORACION EN MEDIO DE MIS PRISAS”


Estoy viviendo muy de prisa, Señor, no me detengo en nada, las circunstancias me van viviendo y no vivo yo las circunstancias.

Paso de una actividad a otra.

Dicen que esto es el mal del siglo, pero no me gusta, Señor, ir tan de prisa. Los días y las noches pasan presurosas y creo que dejo de hacer cosas muy bellas.

Mi vida se desliza vertiginosa; quiero detenerme y ver una puesta de sol que tiñe de rojo el agua de la laguna, o las nubes sobre las montañas, quiero encontrar tiempo para visitar a un enfermo; dame tiempo para leer.

Pero sigo repitiendo; “no tengo tiempo”.

Cuando veo el reloj y son ya las once de la noche, analizo: corrí, corrí como todos los mortales. Dejo de disfrutar, de saborear las miradas tiernas de los niños, de observar los pétalos finos de una rosa.

No tengo tiempo de detenerme a ver los parques, la belleza de las flores, el ruido de las fuentes y el trino de los pájaros, junto con los niños que corretean, hacen todo un poema.

Dame fuerza, Señor, para detener mi carrera. Quiero sentir la paz para darla a mis hermanos de peregrinar, que, como yo, corren. Dejamos lo trascendental por lo transitorio.

En todos los rostros se observa un duro rictus de velocidad que lo va desfigurando.

Dame, Señor, serenidad para vivir, calma para detenerme y poder amar a todos.

Sin prisas, sin velocidad, sin atropellamiento.

Te ofrezco mi jornada de hoy, Señor, llénala tu de tu amor, para poder darlo a los demás. Amén

martes, 1 de septiembre de 2009

Amistad


Es... una puerta que se abre,
Una mano extendida,
Una sonrisa que te alienta,
Una mirada que te comprende,
Una lágrima que se une a tu dolor,
Una palabra que te anima,
Y una crítica que te mejora.

Es... un abrazo de perdón,
Un aplauso que te estimula,
Un encuentro que te regocija,
Un favor sin recompensa,
Un dar sin exigir,
Una entrega sin calcular,
Y un esperar... sin cansancio.

La verdadera Paz


Había una vez, un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron y el rey observó y admiró todas las pinturas que le presentaron pero solamente hubieron dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos aquellos que miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacifico.
Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido... Paz perfecta... ¿Cual crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda. ¿Sabes por qué?
"Porque," explicaba el Rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz.

domingo, 30 de agosto de 2009

El árbol de los problemas



El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Las cosas no le salieron muy bien, su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y su antiguo camión se negaba a arrancar.

Ofrecí llevarlo a su casa y mientras íbamos en camino permaneció en silencio. Una vez que llegamos me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.

Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación: su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. Posteriormente, me acompañó hasta el auto. Cuando pasamos cerca del árbol sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que le había visto hacer un rato antes. Él me contesto: ese es mi Árbol de problemas. Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.

-Lo divertido es-, dijo sonriendo,...
que cuando salgo en la mañana a recogerlos, ni remotamente hay tantos como recuerdo haber dejado la noche anterior.


PON TU MENTE EN LAS SOLUCIONES Y NO EN LOS PROBLEMAS !!!

viernes, 28 de agosto de 2009

LA ROCA

Un hombre que había tenido un accidente y estaba casi paralizado de las piernas, dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció Dios. El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le enseñó una gran roca frente a la cabaña. Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas.
El hombre hizo lo que el Señor le pidió, día tras día. Por muchos años, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas...y esta no se movía.
Todas las noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano. Pensó: "He estado empujando esa roca por mucho tiempo, y no se ha movido".
Le dio al hombre la impresión que la tarea que le había sido encomendada era imposible de realizar y que él era un fracaso. Estos pensamientos incrementaron su sentimiento de frustración y desilusión.
Satanás le dijo: "¿Por qué esforzarte todo el día en esta tarea imposible? >
Solo haz un mínimo esfuerzo y será suficiente". El hombre pensó en poner en práctica esto pero antes decidió elevar una oración al Señor y confesarle sus sentimientos: "Señor, he trabajado duro por mucho tiempo a tu servicio.
He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me pediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro. ¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado? ".
El Señor le respondió con compasión:
Querido amigo, cuando te pedí que me sirvieras y tu aceptaste, te dije que tu tarea era empujar contra la roca con todas tus fuerzas, y lo has hecho.
Nunca dije que esperaba que la movieras. Tu tarea era empujar.
Ahora vienes a mi sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero ¿en realidad fracasaste?. Mírate ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras. A pesar de la adversidad has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez. Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era ser obediente y empujar para ejercitar tu fe en mi. Eso lo has conseguido. Ahora, querido amigo, yo moveré la roca". >
Algunas veces, cuando escuchamos la palabra del Señor, tratamos de utilizar nuestro intelecto para descifrar su voluntad, cuando en realidad Dios solo nos pide obediencia y fe en él. Debemos ejercitar nuestra fe, que mueve montañas, pero conscientes que es Dios quien al final logra moverlas.
Cuando todo parezca ir mal...solo EMPUJA!
Cuando estés agotado por el trabajo...solo EMPUJA!
Cuando la gente no se comporte de la manera que te parece que debería...solo EMPUJA!
Cuando no tienes más dinero para pagar tus cuentas...solo EMPUJA!
Cuando la gente simplemente no te comprende...solo EMPUJA!
Cuando te sientas agotado y sin fuerzas...solo EMPUJA!
Los verdaderos amigos son difíciles de encontrar, fáciles de querer e imposibles de olvidar!