miércoles, 25 de junio de 2008

Avivar la Llama Interior

Cuentan que un rey muy rico de la India, tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales y hombre de profunda religiosidad, cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría.
Ante esta situación y movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo.
Inmediatamente después de los saludos que la etiqueta y cortesía exigen, el hombre preguntó: Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de tanta riqueza?
El rey le dijo: “Te lo revelaré, si recorres mi palacio para comprender la magnitud de mi riqueza. Pero lleva una vela encendida. Si se apaga, te decapitaré”.
Al término del paseo, el rey le preguntó: “¿Qué piensas de mis riquezas?”
La persona respondió: “No vi nada. Sólo me preocupé de que la llama no se apagara”.
El rey le dijo: “Ese es mi secreto. Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera”

lunes, 23 de junio de 2008

SINCERIDAD

En un pueblo lejano, el rey convocó a todos los jóvenes a una audiencia privada con él, en dónde les daría un importante mensaje.
Muchos jóvenes asistieron y el rey les dijo: "Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino".
Así se hizo, pero había un joven que plantó su semilla y ésta no germinaba; mientras tanto, todos los demás jóvenes del reino no paraban de hablar y mostrar las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas.
Llegaron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas. El joven estaba demasiado triste pues su semilla nunca germinó, ni siquiera quería ir al palacio, pero su madre insistía en que debía ir pues era un participante y debía estar allí.
Con la cabeza baja y muy avergonzado, desfiló al último hacia el palacio, con su maceta vacía. Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo soltaron en risa y burla; en ese momento el alboroto fue interrumpido por el ingreso del rey, todos hicieron su respectiva reverencia mientras el rey se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.
Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía; atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción.
El rey dijo entonces: "Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a todos ustedes se les dio una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas; pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".

Moraleja: SINCERIDAD, HONESTIDAD son valores que debemos vivir para ser dignos.

domingo, 22 de junio de 2008

Para pensar ...

Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Ésta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora y la serpiente al mismo tiempo no desistía. Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía...Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:¿Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro a dar este precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar!! -contestó la serpiente...
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? Preguntó la luciérnaga.-
No!!!, contestó la serpiente...
- ¿Yo te hice algún mal? dijo la luciérnaga. - No, volvió a responder la serpiente.
- Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?.
...¡¡¡Porque no soporto verte brillar...!!!
MORALEJA
Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos: ¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo, ni daño a nadie? Sencillo es de responder...
¡¡¡Porque no soportan verte brillar!!!
Cuando esto pase, no dejes de brillar, continua siendo tú mismo. continua y sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran, sigue brillando y no podrán tocarte... poruq tu luz seguirá intacta. Muchos hombres y mujeres de buena voluntad y con los ojos limpios verán tu luz. Tu esencia permanecerá, pase lo que pase...Sé siempre auténtico, aunque tu luz moleste a los depredadores!!!

sábado, 31 de mayo de 2008

Flor: Adelfa


“El secreto de la felicidad no consiste en hacer siempre lo que se quiere, sino en apreciar siempre lo que se hace” (L.N.Tolstoi).
María, desde el principio, aún sin entender ni comprender aquel Misterio que se le asomaba quiso entregarse a él sin condiciones.
La flor “adelfa” simboliza la decisión y el coraje.
No hay nada que nos pida Dios que sea imposible realizar. Cuando uno se pone en sus manos sabe, de antemano, que todo lo que venga del cielo esta llamado a su plena realización.
¡Hágase en mi según tu Palabra!. Con María tenemos un seguro por el cual Ella nos empuja y nos dinamiza en nuestra vida espiritual y material.
Con María aprendemos a querer y a disfrutar con las indicaciones de Dios que no pretenden otra cosa sino el que llevemos una vida digna y sin sobresaltos, feliz y sin estridencias.
Ojalá, pidámoslo a la Virgen, nuestra confianza en Jesús sea tan perenne como la hoja de la adelfa que nunca muere.

viernes, 30 de mayo de 2008

Flor: Tulipán


Asegura el viejo pensador: “Mira dentro de ti. Allá está la fuente del bien, que nunca se agotará con tal de que vayas excavando tu interior en cada instante”.
La Pascua nos invita a descubrir esa alegría de nuestra fe cristiana que, a veces, tanto disimulamos y tanto nos cuesta manifestar.
Entregar una flor “tulipán” a María es descubrir la belleza y el colorido que nos aporta el mensaje de Cristo cuando se vive y se cuida con intensidad y con interés.
El “tulipán” florece a los cien días de ser sembrado y, después, va apagándose para en el próximo año y con el mismo bulbo volver a nacer.
María nos recuerda que la Palabra de Jesús se cumple. Vivamos con alegría y cerremos los ojos a este mundo con la misma alegría de saber que volveremos a encontrarnos por aquel que triunfó sobre la muerte: CRISTO.
Es cuestión de buscar, en lo más hondo de nosotros mismos, el susurro y el aliento del Espíritu Santo que nos dice que somos semilla de eterna vida.

jueves, 29 de mayo de 2008

Flor: Jazmín

Cuentan que no hay nada mejor para la salud de los ojos que una buena infusión de “jazmín”. Tal vez, agobiados por el escaparate y el fuego de artificio, hemos olvidado pedir a Dios “ojos para ver bien”.
María, mejor que nadie, supo distinguir con larga vista aquello que Dios le puso delante de sus ojos.
Alfombrar la casa de la Virgen con el “jazmín” es pedirle a María que nunca deje de mirarnos. Es rogarle que interceda ante el Padre para que nunca perdamos el perfume de los amigos de Jesús: solidaridad y servicio, perdón y comprensión, afabilidad y alegría.
Pidamos a María, en este mes de mayo, que cuide de nuestros ojos para que sepamos ver con claridad aquello que conviene para ser unos buenos hijos de Dios y unos altavoces que suenen en el mundo como aleluyas de la Pascua del Resucitado.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Flor: Laurel

A lo largo de la historia, al laurel se le ha conferido significación religiosa vinculada al triunfo. La mitología griega lo consagro a Apolo, dios de la salud y la medicina. Con laurel eran coronados los emperadores romanos y los vencedores en torneos y batallas. Con palmas y ramos de laurel fue aclamado Jesucristo en su entrada en Jerusalén, y para conmemorar este episodio el mundo. Cristiano ha instituido el Domingo de Ramos, en que se bendicen patinas y laureles.
Y también, simbolizando el triunfo de María por su disponibilidad y obediencia, sencillez y pobreza, apertura y bondad, queremos ofrendarle una pequeña rama de “laurel”.
Que Ella nos ayude a superarnos a nosotros mismos en aquello que merezca la pena. Que seamos de aquellos intrépidos que, contra viento y marea, saben esforzarse por ascender a las más altas cotas de verdad y de sinceridad, de amor y de justicia, de paz y de solidaridad.
Qué bien lo expresó el sabio: “el oro se hace viejo en la tierra pero el triunfo que no se malogra espera siempre en el cielo”.