sábado, 14 de marzo de 2009

EL PAGO DE LA BONDAD


Un día un muchacho muy pobre, quien era vendedor de puerta a puerta para pagar sus estudios, se encontró con solo diez centavos en su bolsillo y tenía mucha hambre. Entonces decidió que en la próxima casa iba a pedir comida. No obstante, perdió su coraje cuando una linda y joven muchachaabrió la puerta.

En lugar de pedir comida pidió un vaso con agua. Ella pensó que el se veía hambriento y le trajo un gran vaso con leche. El se lo tomó lentamente y luego le preguntó,

"Cuánto le debo?"
"No me debe nada," ella respondió. "Mi mamá nos enseñó a nunca aceptar pago por bondad." El dijo..."Entonces le agradezco de corazón." Cuando Howard Kelly se fue de esa casa, no solo se sintió más fuerte en sus fuerzas sino también en su fe en Dios y en la humanidad. El ya estaba listo para rendirse y renunciar.

Años más tarde esa joven muchacha se enfermó gravemente. Los doctores locales estaban muy preocupados. Finalmente la enviaron a la gran ciudad donde llamaron a especialistas para que estudiaran su rara enfermedad. Uno de esos especialistas era el Dr. Howard Kelly.

Cuando él se dio cuenta del nombre del pueblo de donde ella venía, una extraña luz brilló en sus ojos.

Inmediatamente él se levanto y fue al cuarto donde ella estaba. Vestido en sus ropas de doctor fue a verla y la reconoció inmediatamente. Luego volvió a su oficina determinado a hacer lo posible para salvar su vida.

Desde ese día le dio atención especial al caso. Después de una larga lucha, la batalla fue ganada. El Dr. Kelly pidió a la oficina de cobros que le pasaran la cuenta final para darle su aprobación. La miró y luego escribió algo en la esquina y la cuenta fue enviada al cuarto de la muchacha. Ella sintió temor de abrirla porque estaba segura de que pasaría el resto de su vida tratando de pagar esa cuenta. Finalmente ella miró, y algo llamó su atención en la esquina de la factura. Ella leyó las siguientes palabras...."Pagado por completo con un vaso de leche."

1 comentario:

Anónimo dijo...

La bondad puede desarrollarse sin discursos, con el simple ejemplo, con la imitación por admiración de los que son buenos. Se puede enseñar a reconocer nuestro interés individual; no guiados por el simple principio de lo que nos agrada, sino buscando ser amables con nosotros mismos, pero sin lastimar a los otros ni a la naturaleza.

La bondad perfecciona a la persona porque sabe dar y darse sin temor a verse defraudado, transmitiendo aliento y entusiasmo a quienes lo rodean.

El valor de la bondad perfecciona a la persona que lo posee porque sus palabras están cargadas de aliento y entusiasmo, facilitando la comunicación amable y sencilla; sabe dar y darse sin temor a verse defraudado; y sobre todo, tiene la capacidad de comprender y ayudar a los demás olvidándose de sí mismo.