domingo, 2 de diciembre de 2012

Oración

Ven pronto, Señor, y no tardes.
Ven a este mundo hermoso y terrible.
Hermoso, como salido de manos divinas,
y terrible por la fealdad que en él acumulamos cada día.

Ven al corazón y al rostro de los niños,
ven y llena los corazones de todos.

Ven a este mundo del amor y del odio,
del cariño y la violencia.

Pon en el corazón de todos, hombres y mujeres,
un deseo de justicia, de amor y de paz.

Pero, hablando claro,
¿para qué te pedimos que vengas,
si Tú estás ya aquí con nosotros?

Estás en la inocencia y frescura de los niños
y te marchitas en el rostro cansando de los ancianos.

Pero nosotros no sabemos descubrirte,
no sabemos reconocerte en el mundo.

Por eso, te repetimos: “Ven pronto, Señor y no tardes”.

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