lunes, 25 de mayo de 2009
Madre amable
Virgen María,
cuando lo pensamos, nos encanta la amabilidad.
Pero a la hora de la práctica
tenemos mucho peligro de ser envidiosos,
de ser picajosos,,
de decir palabras que ofenden,
y de pensar en nosotros mismos sin mirar hacía los demás.
Madre nuestra,
danos una voluntad fuerte para dominar nuestra lengua.
Danos un corazón grande donde quepan todos los compañeros.
Danos unos ojos listos para mirar por aquellos que nos necesitan.,
¡Madre amable, ruega por nosotros pecadores!
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