jueves, 22 de marzo de 2012

SALMO EN BUSCA DEL AMOR LIMPIO

Tú eres amor; amor entregado hasta el extremo.
Tú eres amor, oh Padre, y en ti quiero buscar mi amor.
Tú eres bueno, eres misericordioso y compasivo.
Tú  amas y llamas al hombre a ser feliz.
Enséñame, Padre, a amar como tú amas; a ser fiel en el amor.
Enséñame a abrir mis ojos al otro y olvidarme de mí.

Tú eres amor: amor entregado hasta el extremo.
Tú eres amor, oh Cristo, ternura de Dios en la historia.
Tú eres el corazón del Padre abierto de par en par;
abierto hasta estallar de gozo en lo alto de la cruz.

Tu amor, Jesús, es amor que salva, que cura;
tu amor, Jesús, es la liberación y rescate del hombre;
tu amor lo has puesto en el enfermo y el pecador
 y te has hecho, amando, como uno de tantos.
Enséñame, Jesús, amigo del hombre, a amar como tú.

Yo quiero, Jesús amigo, amar con el corazón de tu Iglesia.
Quiero ser comunidad abierta a todos los hermanos.

Quiero ser casa donde sea bienvenido el que llega
Yo quiero amar con un amor desinteresado y libre.
Quiero amar con un corazón limpio y transparente.
Quiero amar sin esperar recompensa por lo que he dado,

Quiero, Señor, amar siendo fiel en el amor.
Quiero amar, sin hacer nunca juego sucio.
Quiero amar construyendo la vida del otro.
Quiero amar dando siempre paz y bien.
Quiero amar y permanecer en el amor aunque me canse.

Quiero amar y respetar al otro donde tú habitas.
Quiero amar y saber comprender y perdonar siempre.
Quiero amar y aprender a esperar cada día.

Dame, Señor, un corazón limpio y generoso;
un corazón limpio donde el otro encuentre un espacio de libertad;
un corazón limpio donde el otro encuentre un rincón para ser acogido;
un corazón limpio donde el otro encuentre un clima para ser feliz;
un corazón limpio donde el otro encuentre un oasis donde descansar;
un corazón limpio donde el otro encuentre una llama encendida donde ardas tú.

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