Para despertar,
busca toda la ayuda que puedas, lee los libros que encuentres, asiste a los
encuentros que te inviten, medita, respira y espera. Todo ayudará…, pero
finalmente solo tú harás la alquimia, pues nada puede precipitarla, solo tu
intención de que suceda. Y aún si no hicieras nada de nada, espera tranquilo,
igual ocurrirá...
Si ya has
despertado y ves cómo duermen los demás a tu alrededor, entonces camina de
puntillas, respeta su sueño y descubre la perfección de sus propios tiempos,
así como fueron perfectos los tuyos.
Cuando ellos abran
sus ojos, el fulgor de tu brillo los ayudará a despertar sin necesidad que
hagas nada. Si aún duermes, relájate y disfruta tu sueño, estás siendo
arrullado y cuidado.
Despertar no es un
acto de magia, aunque llenará de magia tu vida.
Despertar no tiene
nada que ver con tu mundo externo, aunque todo lo que te rodea parecerá tener
un nuevo brillo.
Despertar no
cambiará tu vida, si bien sentirás que todo ha cambiado.
Despertar no
borrará tu pasado, pero al mirar atrás lo percibirás como la historia de
alguien muy querido que aprendió muchas cosas, y sentirás que ese alguien ya no
eres tú.
Despertar no
despertará a tus seres queridos, pero ellos se verán mas divinos ante tus ojos.
Despertar no sanará
todas tus heridas, pero ellas dejarán de gobernarte.
Despertar no
solucionará tu situación financiera, pero te sentirás millonario.
Despertar no te
hará más popular, pero ya no volverás a sentirte solo.
Despertar no te
embellecerá ante los ojos de los demás, pero te hará perfecto ante tu propia
mirada.
Despertar no te
dará mas poder, pero descubrirás el poder que tienes.
Despertar puede que
no disuelva los barrotes de tus cárceles, pero te dará la libertad de ser tú
mismo.
Despertar no
cambiará el mundo, te cambiará a ti.
Despertar no quita
responsabilidad, muy por el contrario te dará conciencia de las consecuencias
de tus actos y elecciones.
Despertar no te hará tener
siempre la razón, más bien ya no sentirás deseos de tenerla.
Despertar no traerá caudales de
amor a tu vida, descubrirás que ese caudal habita en ti.
Despertar tiene
poco que ver con lo que imaginas y tiene todo que ver con el amor.
Despertar es amarte
a ti mismo, con tus límites y con tus experiencias, es amar al otro como parte
de tu ser y es amar a la existencia... Sí, amar esta bella vida tan
sorprendente y variada en todos sus matices.
Permítete disfrutar
de la experiencia de ser el maravilloso Ser que ya eres. Tu vida es un acto
sagrado pues es la creación del Dios que hay en ti.
Anónimo
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