martes, 21 de junio de 2011

Con todas tus fuerzas

Un padre estaba observando a su hijo pequeño que trataba de mover una maceta con flores muy pesada.

El pequeño se esforzaba, sudaba, pero no conseguía desplazar la maceta ni un milímetro.

- “¿Has empleado todas tus fuerzas”, le preguntó el padre.

- “Sí”, respondió el niño.

- “No”, replicó el padre. “Aún no me has pedido que te ayude”.





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