No serás feliz si eres estudiante y no estudias; si eres trabajador y no trabajas; si eres profesional y no cumples con tu profesión; en ninguno de estos casos serás feliz.
No serás buena persona si eres superior y no sabes obedecer a tus respectivos superiores, ni mandar a tus subordinados; si eres esposo y no respetas y tratas con cariño a tu esposa; si eres hijo y no atiendes minuciosamente a tus padres, quizá ya ancianos; si eres cristiano y no eres testimonio de Cristo; en ninguna de esas circunstancias puedes tenerte corno buena persona.
Para ser feliz hay que ser bueno, pues la felicidad es una consecuencia de la buena conciencia; y es la buena conciencia la única que nos puede certificar de nuestra bondad.
Bondad y felicidad: dos realidades que entre sí se relacionan, que se entremezclan, que ínter dependen; buscar o pretender una sin la otra es desviar el camino, es equivocar la ruta, es condenarse a no poseer ni la una ni la otra.
Fuente: Los 5 minutos de Dios. Alfonso Milagros.
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