viernes, 10 de junio de 2011

Pedro le contestó: “Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero”.

Salmo para el amor


Tú lo sabes todo.
Tú sabes, Señor,
de nuestros cansancios,
de nuestros progresos,
de nuestra tristeza.

Tú sabes, Señor,
que a veces
el agua nos amarga
y traicionamos tu nombre.

Tú sabes, Señor,
lo difícil que resulta
seguirte en el camino,
sembrando flores
de esperanza en la vida.


Pero sabes, Señor,
que te he querido siempre
con mis manos vacías
y mis pies doloridos.


Sabes, Señor,
que he creído en tu amor
desde que era niño,
pues he sabido siempre
que tu amor es auténtico,
desde que junto al mar
me dijiste que me amabas. Amén.

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