domingo, 30 de mayo de 2010

AMOR AL TRABAJO

Flor: la primavera

La figura de María recuerda a las mujeres de hoy el valor de la maternidad. En el mundo contemporáneo no siempre se da a este valor una justa y equilibrada importancia. En algunos casos, la necesidad del trabajo femenino para proveer a las exigencias cada vez mayores de la familia, y un concepto equivocado de libertad, que ve en el cuidado de los hijos un obstáculo a la autonomía y a las posibilidades de afirmación de la mujer, han ofuscado el significado de la maternidad para el desarrollo de la personalidad femenina. En otros, por el contrario, el aspecto de la generación biológica resume lo importante, que impide apreciar las otras posibilidades significativas que tiene la mujer de manifestar su vocación innata a la maternidad.

El corazón materno de María, abierto a todas las miserias humanas, recuerda también a las mujeres que el desarrollo de la personalidad femenina requiere el compromiso en favor de la caridad. La mujer, más sensible ante los valores del corazón, muestra una alta capacidad de entrega personal.
Juan Pablo II

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