miércoles, 15 de agosto de 2012


María, creemos como



María, creemos como tú,

que la actitud más bella de los creyentes es ponerse a cantar y agradecer el don maravilloso del Señor que llega hasta nosotros hecho gracia.



María, creemos como tú, que abrirse a la Palabra y decir Sí es salir al encuentro del Señor

que nos sigue llamando cada día a la hora de la tarde y de la brisa.



María, creemos como tú, que el Dios de los humildes y los pobres

compromete a su Hijo con todos los que sufren en sus carnes el llanto del desprecio y la opresión.



María, creemos como tú, que el brazo del Señor acoge a los sencillos y niega al poderoso

las razones para hacer del dominio y la riqueza explotación.



María, creemos como tú, que el dichoso y feliz del Nuevo reino descubre en el servicio el camino

que ensalza las grandeza del pobre y del hermano.



María, creemos como tú, que el Dios de la promesa

se hizo realidad y plenitud y vive desde entonces nuestra historia cogido de tu mano y nuestra mano.



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