Glorifica y alaba
a tu Dios, Europa con sus ciudades,
África con sus lagos,
Asia
con
su Himalaya,
América
con
sus grandes ríos y cascadas.
Que ha hecho saltar
puertas y cerrojos,
ha derribado
muros y murallas,
quiere
destruir la enemistad.
Bendice
a todos con la
paz, más allá de fronteras.
A los de
cerca
y a los de lejos.
Te sacia
con
flor de harina.
Los
mejores panes en su
mesa, partidos y ofrecidos;
venid, hambrientos
del mundo,
es un pan que da la
vida.
Él envía
su mensaje a la tierra, es la
buena – noticia,
el Evangelio de Dios.
Y su palabra corre veloz, corre en las
alas del Viento, con la
fuerza del Espíritu.
Anunciad el Evangelio
a todo el mundo,
llevad el mensaje
de la paz y del amor.
Con ninguna nación obró así ni les dio a conocer
sus mandatos. Toda la luz de
Dios
se concentra en un monte, el más
alto
de la tierra,
y fue iluminando progresivamente a todos los pueblos,
a todos
los
corazones:
y el monte es
CRISTO.
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