viernes, 16 de mayo de 2008

Flor de Pascua


Venir a tu presencia, María, es revivir contigo la alegría de la Pascua del Resucitado.
Es asomarnos al sepulcro vacío y preguntarnos por el paradero de aquel que habló con palabras de amor y que nos dio sin medida el pan multiplicado.
Sembrar de “flor de pascua” el suelo que te sustenta, María, es pregonar a este mundo nuestro que Cristo sigue tan vivo como el primero día de su ser resucitado.
Flor de Pascua para que nunca olvidemos que nuestra Fe no se queda hundida en el agujero que dejó la cruz del Viernes Santo.
Flor de Pascua, para Ti María, para que nos animes a vivir nuestro encuentro con el Resucitado con una alegría brillante y desbordada hacia todos los que nos contemplen.
Petición: VIVIR CON ALEGRIA NUESTRA VIDA CRISTIANA

2 comentarios:

Anónimo dijo...

LA ALEGRÍA: SIGNO DEL CRISTIANO
La vida cristiana y la alegría son dos realidades íntimamente unidas. La alegría cristiana nace de la opción fundamental por el Señor Jesús, es fruto de una experiencia de fe en El y de comunión con Aquel que es Camino, Verdad y Vida (Jn 14, 6), que me muestra cuál es el sentido de mi vida en el mundo, la grandeza de mi destino.
El Evangelio es, ante todo, un mensaje de alegría, pues se trata de una Buena Noticia: estamos invitados a vivir el amor y es posible vivirlo aquí y ahora porque el Señor Jesús nos amó primero; el Hijo de María nos muestra el verdadero significado y alcance del amor y nos invita a vivirlo. La auténtica alegría es un primer efecto del amor. Y este amor, el mismo amor de Cristo, ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Rom 5, 5). Por eso afirma San Pablo que el fruto del Espíritu es la alegría (Gal 5, 22).
La alegría es un signo presente en la existencia cristiana. Nuestra alegría testimonia la profundidad de nuestro compromiso con el Plan divino. Quien vive su fe con tristeza y abatimiento, no ha comprendido el núcleo del mensaje del Señor Jesús.
El cántico del Magníficat es una hermosa expresión de alegría humilde, limpia, transparente, profunda. María exulta de gozo "en Dios mi salvador porque ha hecho en mí grandes maravillas" (Lc 1, 47.49).

Anónimo dijo...

María, causa de nuestra alegría

"Como cristianos, estad siempre alegre ,os lo repito, estad alegres"


No es fácil vivir con alegría y optimismo aquello que a cada uno nos ha tocado vivir.
Queremos estar, ser alegres, y ¡qué difícil nos resulta! Son tantas las contrariedades, tantas la dificultades...que parece que la alegría es algo que se nos escapa de las manos. La alegría está en el compartir de verdad la existencia con los otros. En la autoestima y en el disfrute de las cosas pequeñas. La alegría se desarrolla con una actitud positiva ante la vida, sabiendo leer la página de color que tiene la existencia, y no mirar sólo lo negativo y lo negro.
Vivir con alegría y optimismo es saber darle sentido a la vida, al dolor, a la muerte; buscar la trascendencia en todo; tener el convencimiento que, al final, está siempre Dios y está María que nos acompaña en este valle de lágrimas. Madre, desearíamos conseguir una actitud ante la vida, para vivirla con alegría y en plenitud. Danos, Madre, un corazón limpio para que de ahí brote la verdadera alegría.