Salmo de un pecador
Delante de ti, Señor de la vida,
bajo el peso de mis pecados
me acerco a ti,
porque sé que eres rico en misericordia.
Ya sé que no soy bueno,
que muchas veces me alejo de ti
y falsifico el amor.
Sé, Señor, y me pesa
la multitud de veces
que recorro caminos fáciles
y no elijo la senda estrecha.
Por eso te grito en mi noche,
para sentir tu protección y ayuda
cuando mi vida está en peligro.
Te llamo como Padre,
te invoco como amigo,
pues realmente
soy un pobre pecador.
Confío en ti, Señor,
a pesar de mis fracasos,
Sé que tú estás cerca,
y no me abandonas jamás.
Aunque soy un pecador,
mi confianza en ti aumenta. Amén.
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