miércoles, 16 de marzo de 2011

Se convirtieron con la predicación de Jonás

Salmo de esperanza



Muchas veces, Señor,
en mi existencia,
me desanimo
por cualquier cosa.
Es más, me “desinflo”
cuando la situación
se va complicando
y no soy capaz.
 
Porque esta es una gran verdad:
no soy capaz de casi nada,
me da miedo convertirme,
me asusta la entrega,
me aterra mi incapacidad.
Sin embargo, Señor,
hoy quiero convertirme.
Sé que con mis fuerzas no puedo,
pero lo quiero,
deseo ardientemente
cambiar de rumbo.
 
Ir por el camino
del amor y el compromiso,
en favor siempre
de los desheredados
de este mundo. Amén.

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