domingo, 27 de marzo de 2011

Un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna


Salmo con sed


Señor, buscamos en ti
el agua viva
para apagar nuestra sed.
Buscamos tu amor
como agua verdadera
para saciarnos con tu presencia.

Recordamos, Señor,
cómo tú
siempre has estado
sentado junto al pozo,
esperándonos.
A cualquier hora,
en cualquier momento,
tú nos esperabas
para llenarnos de vida.

Caminamos hacia ti
con hambre y sed.
Ayúdanos a vivir
sabiendo siempre
que el que bebe del agua viva
no tendrá sed jamás.

Ayúdanos a experimentar
que estamos llamados
a ser fuentes de agua
para nuestros hermanos sedientos. Amén.

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