miércoles, 20 de abril de 2011

El que ha mojado en la misma fuente que yo, ese me va a entregar.

Salmo de una traición

Cuántos dolores,
Señor, en tu corazón,
ante la traición
de tu amigo.
Te acercaste a él
para ayudarle,
para que pusiese
todo su corazón
no en el camino del dinero,
que conduce a la traición,
sino en el de la pobreza,
que conduce al amor.


Tu sufrimiento, Señor,
te llevó
a entregar tu amor,
a querer con locura
y siempre a todos.


Ahora, Señor,
cuando está
tan cerca el Calvario,
tu amor me conmueve.
Tú, como cordero,
sólo abriste la boca
para llamar amigo
al que te traicionaba. Amén.

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