Salmo del testigo
Queremos, Señor,
ser tus testigos,
luz en medio del mundo,
sal que sazone la tierra.
Ser tus testigos
para llevar a los hombres tu amor,
tu esperanza verdadera,
tu gozo de ser amor en medio de los hombres.
Haznos testimonios
de un amor
que nunca pasa de moda,
de una luz en un mundo a oscuras,
de una paz en una tierra en guerra.
Sabemos, Señor,
y por eso pedimos tu ayuda,
que ser testigo
es tener tus sentimientos,
es tomarse en serio tu evangelio,
es sembrar los caminos de tu amor.
Gracias, Señor,
por tantos testigos
como hemos conocido
y que nos hacen continuar en la tarea,
aun en medio de las dificultades,
sabiendo recoger la antorcha
y llevándola por las calles de nuestro mundo. Amén.
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