Salmo de mirar
Mirad mis manos
inmensas y abiertas,
ahora estoy vivo
para siempre.
Venid conmigo.
Yo soy la vida
maravillosa y cierta:
la vida jamás termina
si vives en mí,
pues yo soy la puerta.
Mirad mis pies
desnudos y abiertos.
Soy yo en persona.
Soy la vida,
el camino y la fiesta.
Venid, acercaos.
Vendrá la libertad
en mis manos abiertas,
la muerte en mí no manda,
la muerte está muerta.
Venid conmigo.
Yo soy la vida,
el camino, la verdad;
estoy siempre vivo
para alegrar tu fiesta. Amén.
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