Salmo de una toalla
Señor, lavaste los pies
a tus apóstoles
en la noche
en que fuiste traicionado.
Te pusiste de rodillas,
como un esclavo,
para decirles a través de tu corazón:
el gesto de la toalla
es mi amor entregado,
es mi amor ofrecido
incansablemente a vosotros.
Señor, de rodillas
a los pies de toda humanidad,
como redentor de los hombres
diciendo; ”Esto es mi cuerpo”,
entregaste tu sangre por amor.
Señor, tu amor es inmenso,
tu vida, ofrenda.
Y te das del todo
en el gesto humilde
de una toalla
que limpia los pies. Amén.
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