jueves, 21 de abril de 2011

Los amó hasta el extremo. Os he lavado los pies, os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.

Salmo de una toalla

Señor, lavaste los pies
a tus apóstoles
en la noche
en que fuiste traicionado.
Te pusiste de rodillas,
como un esclavo,
para decirles a través de tu corazón:
el gesto de la toalla
es mi amor entregado,
es mi amor ofrecido
incansablemente a vosotros.


Señor, de rodillas
a los pies de toda humanidad,
como redentor de los hombres
diciendo; ”Esto es mi cuerpo”,
entregaste tu sangre por amor.

Señor, tu amor es inmenso,
tu vida, ofrenda.
Y te das del todo
en el gesto humilde
de una toalla
que limpia los pies. Amén.

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