martes, 6 de mayo de 2014

María, atenta a las necesidades



"Hubo una boda en Caná de Galilea y la Madre de Jesús estaba allí".

Recibiste mucho de Dios, pero no lo guardaste sólo para Ti. Tu respuesta generosa a los designios del Padre ensancharon tu corazón donde siempre tuvieron acogida los demás.

Fuiste descubriendo el sentido redentor de la vida de tu
Hijo que se hizo presente entre nosotros para salvarnos.

La omnipotencia de Dios se hizo cercana al hombre. Se habían cumplido las promesas tantas veces anunciadas por los profetas.

Tu fe abre tu vida a Dios y a los hombres haciéndote eco de las necesidades de los que acuden a Ti. Por eso sientes como cosa  tuya  nuestras  preocupaciones  y  problemas,  nuestras alegrías y sufrimientos, y te haces mediadora ente tu Hijo como omnipotencia suplicante adelantando la hora se Jesús.

El milagro de las bodas de Caná es prueba de que estás junto a nosotros. Tu protección es seguridad en la lucha. Tu amor de Madre infunde confianza y nos atrae hacia Ti.

Que al sentirte junto a nosotros en el camino de la vida, tu amor maternal haga que no nos falte nunca ese vino nuevo de la paz, la alegría y el gozo de sabernos amados por Dios. Amén.


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