María, dócil al Espíritu Santo

 

"El Espíritu Santo bajará sobre Ti".

 

"El  Espíritu  Santo  vendrá  sobre  Ti,  y  la  fuerza  del  Altísimo te cubrirá con su sombra".

 

El don de Cristo resucitado a su Iglesia Tú lo recibiste en plenitud cuando el ángel te anunció que habías sido escogida por Dios. El Espíritu de Dios se hizo algo tuyo porque  te abriste al Amor de Dios. Desde entonces el guió los pasos de tu existencia, dio sentido pleno a tu vida y su fuerza fue en Ti impulso hacia la entrega.

 

Movida por el Espíritu saboreabas en lo íntimo de tu corazón las maravillas de Dios en una contemplación llena de gozo y alegría. Te guió a la comprensión de la verdad haciendo que la libertad rompiera todas las ataduras con las que nos dejamos esclavizar los humanos.

Iluminada por el Espíritu, escudriñabas las Escrituras y sobre todo te sumergías en toda la inmensidad de la Palabra que en tu seno tomó nuestra carne.

 Entendiste que el Espíritu es fuerza que une, don que crea comunión haciéndote lazo que aglutinó a la primera Comunidad cristiana.

Madre, pronto vamos a celebrar la fiesta del Espíritu en la solemnidad de Pentecostés. Te pedimos nos ayudes a esforzarnos en conocer mejor al Espíritu, tomando conciencia de que está  en  nosotros porque lo  recibimos el  día  de nuestro bautismo. Que estemos atentos a sus inspiraciones porque es fuerza  que  transforma,  amor  que  une,  e  impulso  que  hace testigos de la verdad y del amor.