María, causa de nuestra alegría

"Como cristianos, estad siempre alegre ,os lo repito, estad alegres"

No es fácil vivir con alegría y optimismo aquello que a cada uno nos ha tocado vivir.

Queremos estar, ser alegres, y ¡qué difícil nos resulta! Son tantas las contrariedades, tantas la dificultades...que parece que la alegría es algo que se nos escapa de las manos.

Pero  a  nosotros,  los  cristianos, se  nos  exhorta  a  la alegría, y a estar siempre alegres. A María la llamamos causa de nuestra alegría.

La alegría está en el compartir de verdad la existencia con los otros. En la autoestima y en el disfrute de las cosas pequeñas. La alegría se desarrolla con una actitud positiva ante la vida, sabiendo leer la página de color que tiene la existencia, y no mirar sólo lo negativo y lo negro.

Vivir con alegría y optimismo es saber darle sentido a la vida, al dolor, a la muerte; buscar la trascendencia en todo; tener el convencimiento que, al final, está siempre Dios y está María que nos acompaña en este valle de lágrimas.

Madre, con confianza acudimos a Ti. Desearíamos conseguir una actitud ante la vida, para vivirla con alegría y en plenitud. Que seamos siempre agradecidos el don de tu Hijo ya que  la  verdadera  gratitud  ensancha  el  corazón  y  descubre siempre  lo  bueno  y  hermoso  de  la  vida.  Danos,  Madre,  un corazón limpio para que de ahí brote la verdadera alegría.