"Cuando venga El, el Espíritu de la verdad, os irá guiando en la verdad toda"
María estaba allí, con los discípulos
de
Jesús, cuando les inundó el Espíritu en el primer Pentecostés.
Por eso hoy nuestra plegaria no es a María, sino con María. Unidos a Ella, como los apóstoles, oramos:
Ven, Espíritu Santo, soplo que acaricia y vivifica.
Ven, Espíritu Santo, viento que arrastra y
empuja.
Ven, Espíritu Santo, manantial inagotable que satisface plenamente.
Ven, Espíritu Santo, vino bueno que alegra y
enamora. Ven, Espíritu Santo, aceite que cura y fortalece, fuego que purifica y enardece.
Ven, Espíritu Santo, energía victoriosa
que triunfa sobre la desunión y el egoísmo.
Ven,
Espíritu Santo, ven. Llena nuestros corazones. Ven y quédate con nosotros para que tu luz, tu calor, tu fuerza y tu amor cambie nuestra vida.
Ven,
a toda la Iglesia. Ven a nuestra Comunidad Parroquial. Ven y que te dejemos actuar con la fuerza de tu amor renovador que nos lleve a ser testigos de salvación. Con María, te pedimos: Ven.
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