María, bendita porque se fió de Dios

 

"Bendita tú entre todas las mujeres"

 

María, eres como una playa extendida al sol dejándote inundar por el sol. Te llenaste del amor de Dios y en Ti brotó el fruto de nuestra salvación.

 

Fuiste dócil a la Palabra que dio pleno sentido a tu vida porque la acogiste con gozo, amor y gratitud. Eres bendita entre todas las mujeres.

 

Bendita desde tu sencillez y autenticidad. Bendita porque creíste y amaste.

Bendita por tu corazón grande y abierto a todos.

Bendita porque con admiración contemplabas las maravillas de Dios en Ti.

 

También nosotros hoy te decimos con amor y alegría:

Bendita entre todas las mujeres.

 

Haz, Madre, que dejemos nos invada el amor de Dios. Que busquemos la felicidad no en las cosas sino en tener un buen corazón. Que sepamos acoger con docilidad la Palabra que nos salva y da sentido a nuestra vida, y contemplarla en la intimidad de nuestro interior para experimentar, como Tú, la fuerza salvadora de tu Hijo Jesús. Amén.