jueves, 26 de mayo de 2011

Como el Padre me ha amado, así os he amado yo:

Salmo del amigo


Señor, amigo de los hombres,
me acerco a ti
cuando se acerca la noche
y te digo que te amo.
Tú eres amigo,
amigo de verdad,
no fallas nunca,
contigo se puede
siempre contar.
Tu amistad es sencilla
entrañablemente acogedora.



Eres realmente
un amigo de verdad,
que me conoces por mi nombre
y te acercas a mi vida
en todos los momentos.

Contigo, Señor,
todo es más fácil,
me puedo embriagar
en el vino de tu amor,
y ayudar a otros
a que descubran,
en medio de sus dudas,
el gozo de tu amistad. Amén.

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