jueves, 12 de mayo de 2011

LA VIOLETA


La violeta es una planta perenne que carece de tallo aparente. Una de sus características más llamativas es su intenso perfume, su gracia y elegancia. En la raíz hay diversos ácidos orgánicos que contienen propiedades analgésicas y antipiréticas.  Se emplea principalmente para ablandar la tos y fluidificar las secreciones de las vías respiratorias. También para eliminar hinchazones producidas por golpes y contusiones; se prepara una cataplasma con hojas frescas hervidas en poca agua, para aplicar, caliente, sobre la parte dolorida.




Reflexión




Las propiedades curativas de la violeta son numerosas. Por eso se emplea como remedio de muchos males. ¿De dónde le viene tanta riqueza?¿No será debido a su humildad? Quien se propone alcanzar esta virtud, adquiere una gran riqueza. Con ella le vienen todos los bienes juntos, porque la humildad, al igual que la violeta, cura muchas enfermedades. La humildad libera de la envidia, del orgullo, del afán de destacar, del deseo de sobresalir, de la soberbia.


Mirando a María, mujer humilde por excelencia, podemos aprender y adquirir este tesoro. La humildad todo lo puede, todo lo alcanza, todo lo cura. Los que la poseen atraen la amistad de Dios y son un tesoro para los hombres.


Canto: Cuantas veces siendo niño te recé





Oración



María, a ti, con tu “He aquí la esclava del Señor”, te vinieron todos los vienes. Experimentaste que el Señor enriquece a los humildes y humilla a los soberbios de corazón. Concédenos experimentar la gracia y elegancia de esta virtud y pedirla con insistencia. Amén

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