Salmo a la fuerza del Espíritu
Señor,
envíanos tu Espíritu,
la fuerza del amor,
para sembrar la amistad
y abrir horizontes,
para sembrar claridad
en medio de la noche.
Envíanos, Señor,
la fuerza de tu espíritu,
para sellar con un beso
nuestro frío corazón.
Ven y no tardes
pues somos débiles
y si no vienes pronto
desfalleceremos en el camino.
Envía tu Espíritu
y haznos peregrinos,
sembradores de alegría.
Envía tu Espíritu
en medio del dolor;
para sembrar amor
y recoger entrega,
para sembrar sencillez
y recoger humildad,
para sembrar esperanza
y recoger amanecer. Amén.
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