domingo, 29 de mayo de 2011

Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor

Salmo al Espíritu de vida



Espíritu Santo,
amigo entrañable,
golpea a la puerta
de mi corazón
y entra hasta el fondo.
Sin tu ayuda
todo es árido.
Sin tu fuerza
todo es debilidad.
Sin tu amor
renacerá el egoísmo.


Ven, Espíritu Santo,
desciende con tu luz para iluminar
lo que está a oscuras.
Danos entrañas de misericordia
para acoger siempre
a los que sufren y lloran.


Ven, Espíritu Santo,
intercede a nuestro favor,
haznos sencillos y reconciliados,
amigos del Señor,
abiertos a la esperanza.
Sin tu ayuda nada podemos hacer,
consolador de los tristes. Amén.

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