Salmo del amor a Dios
Estamos delante de ti,
Señor Dios nuestro,
con las manos vacías
y el corazón despierto.
Sabemos de tu amor, Señor,
de tu entrega total
dándonos a tu propio Hijo.
Tu amor es verdadero,
es un huracán de ternura.
Tú vuelves a nosotros
cuando nos sentimos cansados
y agobiados por la vida.
Tú quieres, Señor,
un amor sin reservas
como tú has amado,
entregándote siempre.
Ahora, Señor,
en este día
quiero decirte muchas cosas,
sobre todo
agradecerte tu ímpetu de amor
porque realmente
tu amor a nosotros
no terminará jamás. Amén.
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