Reflexión
Las propiedades curativas de la violeta son numerosas. Por eso se emplea como remedio de muchos males. ¿De dónde le viene tanta riqueza?¿No será debido a su humildad? Quien se propone alcanzar esta virtud, adquiere una gran riqueza. Con ella le vienen todos los bienes juntos, porque la humildad, al igual que la violeta, cura muchas enfermedades. La humildad libera de la envidia, del orgullo, del afán de destacar, del deseo de sobresalir, de la soberbia.
Mirando a María, mujer humilde por excelencia, podemos aprender y adquirir este tesoro. La humildad todo lo puede, todo lo alcanza, todo lo cura. Los que la poseen atraen la amistad de Dios y son un tesoro para los hombres.
Oración
María, a ti, con tu “He aquí la esclava del Señor”, te vinieron todos los vienes. Experimentaste que el Señor enriquece a los humildes y humilla a los soberbios de corazón. Concédenos experimentar la gracia y elegancia de esta virtud y pedirla con insistencia. Amén
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