lunes, 9 de mayo de 2011

Este es el trabajo que Dios quiere: que creáis en el que él ha enviado.

Salmo en el trabajo

Padre nuestro,
que te has hecho siempre
amigo inseparable de los hombres.
Padre, por ser fuente.
Nuestro, por ser de todos.
Danos la alegría
de vivir en comunión,
en fe, esperanza y amor.


Padre nuestro,
en nuestras horas de trabajo
no nos dejes caer
en la tentación del desánimo.
Ayúdanos a seguirte,
enséñanos a confiar.
Por muchas que sean nuestras desganas,
haznos sencillos.
Por muchos que sean nuestros cansancios,
haznos audaces.
No nos dejes
caer en la tentación
de no hacer nada,
de cruzarnos de brazos.
Ayúdanos a seguir
siempre adelante
porque tú eres nuestro Padre. Amén.

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